Si el viernes era Fitch quien lanzaba una advertencia sobre la nota de la deuda catalana, ayer fue Moody's, aunque daba poca credibilidad a la ruptura.
"Nuestra expectativa es que Cataluña siga siendo parte de España. Hay muchos obstáculos para la independencia, entre ellas la firme y sostenida oposición del Gobierno central, una amplia gama de herramientas jurídicas y constitucionales (...) y los sondeos que muestran que el apoyo dentro de Cataluña a la secesión está por debajo de la mayoría", señaló Moody's.
"Aunque el referéndum salga adelante y ganen los partidarios de la independencia, la falta de una base jurídica y la ausencia de un umbral mínimo de participación probablemente socaven su legitimidad", añadieron los analistas de Moody's Sarah Carlson y Marisol Blázquez, de acuerdo con Reuters.
Para Moody's, un agravamiento de las tensiones entre el Ejecutivo autonómico y el de Mariano Rajoy sería negativo para la calificación de la deuda catalana, ante el riesgo de perder el apoyo financiador de Madrid, y tampoco sería buena noticia para el rating de España, ya que Cataluña supone en torno a una quinta parte del PIB nacional, de acuerdo con la agencia calificadora.
De hecho, en el caso extremo de que Cataluña se independizara de España, la calificación que recibe la deuda española de Moody's se resentiría.
El papel de la economía
Otra agencia de calificación que confía en que España siga unida es DBRS que, además, descarta que Cataluña se separe unilateralmente, dado que el referéndum es ilegal.
La agencia explica que espera que en la medida que se consolide la recuperación económica y mejore los datos de empleo, el independentismo irá perdiendo fuerza. Asimismo, confía en que la negociación del nuevo sistema de financiación autonómico reduzca el apoyo a los independentistas.
La agencia señala que Cataluña cuenta con importantes vencimientos de deuda en 2018, que espera que los cubra el FLA.