Economía

La calma llega a China tras dos años de fuertes turbulencias financieras

  • Los controles de capital impulsados por el banco central han funcionado
  • La mejora de la confianza de los inversores frena la salida de capitales
Foto de archivo

La economía china ha estado en el punto de mira de expertos y organizaciones internacionales desde 2015. Una fuga intensa de capitales, la depreciación del yuan y el desplome de los índices bursátiles del gigante asiático han mantenido en vilo a medio mundo. Algunos expertos llegaron a hablar de colapso o aterrizaje forzoso de la economía asiático, pero finalmente parece que todo ha quedado en un susto, al menos por ahora.

Como destacan desde The Wall Street Journal, desde diciembre de 2016, el yuan se ha apreciado cerca de un 8% contra el dólar. Los controles de capital para evitar la depreciación de la divisa china han funcionado a la perfección, lo que a su vez ha servido para incrementar la confianza de los agentes, que ahora vuelven a convertir parte de sus inversiones en activos denominados en yuanes.

Producto de este movimiento, las reservas de divisas de China, las mayores del mundo, aumentaron un 0,35% en agosto con respecto a julio, hasta totalizar 3,09 billones de yuanes, lo que supone el séptimo mes consecutivo de crecimiento, informó hoy el Banco Popular de China (central).

El aumento en cifras absolutas fue de 10.800 millones de dólares, y la firma de análisis Capital Economics calcula que para que se produjera el banco emisor adquirió aproximadamente 15.000 millones de dólares en reservas a lo largo del mes, después de un mes de julio en el que no actuó en el mercado.

"Agosto pudo ser el primer mes desde octubre de 2015 en el que el Banco Popular de China fue comprador neto de divisas, aunque incluso si no lo hubiera hecho todo parece indicar que la salida de capitales se ha moderado mucho desde el inicio de año", destacó la firma de análisis.

Un giro sorprendente

Ello se debe, agrega, "a mayores restricciones en la inversión de firmas nacionales al exterior, pero también a un cambio de mentalidad" que ha provocado un nuevo interés de firmas foráneas en el mercado chino.

Ben Sy, director de renta fija, divisas y materias primas en JP Morgan en Hong Kong, reconoce que "la mayoría de las personas, incluido yo, estamos algo sorprendidos con la reacción del yuan, nunca pensé que el yuan se pudiera apreciar tanto y tan rápido", destaca al diario estadounidense.

Aunque la calma parece haber llegado al gigante asiático, varias amenazas de gran relevancia siguen estando presentes. La ralentización de su crecimiento económico que podría llegar a caer por debajo del 6% en 2018 (según el FMI), el fuerte endeudamiento privado y la posible burbuja inmobiliaria del país podría hacer descarrillar una economía que está tirando del carro del PIB mundial.

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