Madrid, 12 nov (EFE).- La tasa de inflación española prosiguió en octubre su bajada al situarse en el 3,6 por ciento, nueve décimas menos que en septiembre, y según el Gobierno podría cerrar el año por debajo del 3 por ciento, siempre que el petróleo siga su senda bajista y no dé nuevas sorpresas.
Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en octubre los precios de consumo subieron cuatro décimas respecto a septiembre, aunque la tasa interanual se redujo nueve décimas hasta el 3,6 por ciento, situándose así en el mismo nivel que hace un año.
De nuevo el petróleo y los alimentos han permitido que la inflación siguiese reduciéndose y haya bajado 1,7 puntos en los últimos tres meses, según subrayó hoy el secretario de Estado de Economía, David Vegara.
Vegara señaló que la reducción que la tasa viene registrando desde agosto se explica "casi en su totalidad" por la reducción de los precios del petróleo, que ha hecho moderarse los incrementos anuales de carburantes y lubricantes, y por la evolución de los de los alimentos, que o se han estabilizado o incluso han bajado.
Tras publicarse los datos del INE, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, valoró que el diferencial de precios con la zona euro haya bajado hasta situarse sólo en cuatro décimas, y reconoció la fuerte influencia que el petróleo tiene en la inflación española.
En octubre subieron sobre todo los precios de la ropa -ante la nueva temporada de invierno-, el 9,2 por ciento, y de la enseñanza (2,7%), por las matrículas universitarias, mientras que bajaron los del transporte (-2,5%), gracias a la caída de carburantes y lubricantes.
También bajaron en un mes los precios del ocio y la cultura (-0,5%) por las caídas de los precios de los viajes organizados; los alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,1%), empujados por la bajada del pescado fresco y la carne de ave, y la hostelería (-0,2%), gracias al abaratamiento de los precios de los hoteles.
Los grupos de precios que más hacen subir el IPC han registrado una importante moderación en el último año.
Así, los alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecieron en los últimos doce meses el 4 por ciento -dos puntos menos que en septiembre- y esta moderación se debió a la estabilidad de los precios de gran parte de los alimentos este mes.
Entre los que se han estabilizado el INE destaca la leche, el pan, la carne de ave, los quesos, el pescado fresco y los aceites.
El transporte se ha encarecido el 4,2 por ciento en un año, tres puntos menos que la subida de septiembre, gracias al descenso del precio de carburantes y lubricantes frente a la fuerte subida de un año antes.
Los precios de consumo relacionados con la vivienda han subido en un año el 7,4 por ciento, cinco décimas menos debido a la bajada del gasóleo para calefacción.
Los precios de los carburantes y combustibles siguieron bajando en octubre, el 5,1 por ciento con respecto a septiembre, lo que ha moderado su subida en un año hasta el 8,9 por ciento, mientras que los alimentos no elaborados cayeron el 2,4 por ciento en un mes y han moderado su subida anual al 6,5 por ciento.
Además, en el último mes, destaca la variación que han registrado algunas rúbricas con las que se mide el IPC, como la bajada del 2,4 por ciento en el transporte personal; del 2 por ciento en la carne de ave; del 1,8 por ciento en el pescado fresco y congelado o del 0,8 por ciento en la carne de porcino.
Por el contrario, encabezan las subidas las prendas de vestir de mujer, que se han encarecido el 11,9 por ciento, las de niño y bebé (9,8%) y el calzado femenino, que fue un 7,1 por ciento más caro que en septiembre.
Tras conocer estos datos, el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, señaló que es bienvenida la bajada de la tasa pero sigue siendo alta en una situación de "recesión" económica, lo que supone "la peor combinación".
Desde CiU, su portavoz de Economía, Josep Sánchez Llibre, reclamó al Gobierno que "aproveche ya esta coyuntura económica para aplacar la inflación".
Comisiones Obreras vio "insuficiente" el compromiso de los empresarios para controlar los precios, mientras que UGT considera que la bajada de inflación plantea un escenario favorable para que el Banco Central Europeo vuelva a bajar los tipos de interés.