Economía

Puigdemont pide una secesión rápida y Rajoy avisa de que impondrá la ley

  • El presidente del Gobierno exige a la Generalitat que renuncie al plan de ruptura

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, volvió a la carga ayer con el desafío nacionalista y prometió una transición corta hacia la independencia si gana el sí en el referéndum del 1-O.

Lo hizo sin esperar ni 24 horas después de la manifestación de Barcelona convocada para expresar la unidad del país en repulsa contra el terrorismo y en apoyo de las víctimas, una causa que se vio enturbiada por la fuerte presencia de mensajes independentistas, estelades y los continuos abucheos al Rey.

Si después de la marcha Puigdemont respondía ante los pitos de los independentistas a Felipe VI que "la libertad de expresión está por encima de todo", al tiempo que pedía no "magnificar" lo ocurrido, el día después el líder catalán abogaba por "avanzar rápidamente hacia un Estado catalán si gana el independentismo", algo a lo que desde el Gobierno respondieron recordando que aplicarán toda a legalidad si continua el plan de ruptura.

En una entrevista de ElNacional.cat, Puigdemont se mostró convencido de que se celebrará la consulta el próximo 1 de octubre y que vendrá garantizada por la ley del referéndum que deberá aprobar el Parlament con tiempo suficiente para la convocatoria. Además, advertía al estado de que "se tendrá que explicar muy bien" si intenta impedir el referéndum.

Unas declaraciones que no han hecho si no forzar que la causa independentista vuelva a acaparar el protagonismo frente al balance del homenaje a las víctimas de los atentados en la comparecencia ayer del presidente del Gobierno. Las declaraciones de Mariano Rajoy estuvieron llenas de alusiones explícitas al desafío soberanista. Así, instó al presidente de la Generalitat a abandonar sus planes de ruptura y le advirtió de que, si no lo hace, el Ejecutivo actuará sin "ninguna duda" en defensa de "la soberanía nacional, la Constitución y la legalidad de Cataluña".

Aunque el presidente del Gobierno quiso poner el acento en la necesidad de buscar la unidad en el Congreso y en el Senado ante la amenaza del terrorismo yihadista, el acto de ayer en Galicia -inicio de su agenda oficial en este nuevo curso político-, estuvo marcado por la movilización del día antes y la polémica en torno al protagonismo que tuvo la reivindicación independentista. Los numerosos emblemas nacionalistas y los abucheos al jefe del Estado y del Ejecutivo, instigados desde días antes por la CUP; recordaban a un ensayo general de la Diada del próximo 11 de septiembre y empañaron la verdadera reivindicación.

Caso omiso a las "afrentas"

Rajoy se mostró orgullosos de haber participado en la manifestación junto al Rey y prefirió ignorar los abucheos independentistas y apelar a la unidad del Parlamento frente al terrorismo. "Ayer estuvimos donde teníamos que estar y con quien teníamos que estar". "Las afrentas de algunos no las hemos escuchado", remarcó .

En ese sentido, fuentes del Gobierno culparon a la organización -dependiente de la Generalitat y del Ayuntamiento de Ada Colau- de dar los puntos claves y los laterales de la marcha a los independentistas, lo que permitió que los abucheos y pitos acapararan el protagonismo de la manifestación y escondieran la "auténtica" movilización de la "mayoría pacífica y sensata" , informa Servimedia.

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