
Las vacaciones de verano pueden suponer un drama económico para las familias si no se planifican y presupuestan correctamente. Da igual si uno viaja a la costa, visita el extranjero o hace turismo nacional: los gastos se disparan rápidamente, sobre todo si no se controlan.
Pero las vacaciones y el ahorro no tienen por qué ser incompatibles. Desde EFPA España han elaborado un decálogo que recoge algunos consejos fundamentales para que los ahorros no se vean mermados y la vuelta no conlleve sobresaltos en las finanzas domésticas.
1. Elaborar un presupuesto
La planificación con antelación es una de las claves para poder disfrutar de unas vacaciones sin preocupaciones. Realizar un presupuesto realista, ajustado a la capacidad económica, puede ahorrar numerosos quebraderos de cabeza al afrontar los costes veraniegos.
2. Controlar las comisiones y las divisas
Antes de viajar al extranjero hay que revisar las condiciones de retirada de efectivo con el banco. Además, hay que tener en cuenta el cambio de divisa, vigilar su fluctuación y elegir el mejor momento para cambiar. Para pagar con tarjeta hay que tener en cuenta que estas transacciones pueden conllevar costes asociados.
3. Comparar
Aunque pueda ser una actividad tediosa, hay que dedicar tiempo a comparar precios de agencias, hoteles, establecimientos... y con atención especial a la letra pequeña.
4. Nuevas alternativas
Existen múltiples empresas vinculadas a la economía colaborativa que ofrecen nuevas formas de ocio. Pero, igualmente, tambien hay que revisar las condiciones de forma minuciosa antes de cerrar cualquier servicio. Suele ser útil leer los comentarios del resto de usuarios que hayan utilizado estos servicios.
5. Vigilar los pequeños gastos diarios
El tiempo libre, el turismo, las visitas a otros lugares... siempre incluyen la tentación de realizar pequeñas compras. "Recuerda la primera norma: ningún gasto fuera del presupuesto", insisten desde EFPA. Si se sabe que se van a producir estos gastos, hay que incluir una partida para los mismos en dicho presupuesto.
6. Buscar descuentos
Bancos y empresas ofrecen descuentos y cupones para fidelizar sus clientes que en estas ocasiones pueden ser útiles para reducir los gastos. Uno de los más habituales puede ser el carburante.
7. Consumo energético
Mucha gente se queda en casa durante las vacaciones. En estos casos, hay que tener cuidado con el consumo energético, porque en el periodo estival se pueden disparar las facturas, sobre todo por el uso de ventiladores y aires acondicionados. Hay que tratar de contar con las tarifas que mejor se adecúen a las necesidades y los horarios, y apostar por los trucos de toda la vida, como bajar las persianas.
8. Planificación de la 'vuelta al cole'
Tras el mes de agosto llega la temida 'vuelta al cole', con sus correspondientes gastos asociados. El tiempo de descanso es una buena oportunidad para evaluar el complimiento del presupuesto anual y hacer los ajustes necesarios para que las finanzas sigan saneadas hasta el final del año.
9. Precaución ante los nuevos productos
A la vuelta de las vacaciones de las vacaciones se multiplican los 'productos gancho' cuya finalidad es ayudar ante la falta de tesorería, pero pueden ser un arma de doble filo. Existen numerosas opciones de préstamos al consumo u otras fuentes de financiación que, en caso de recurrir a ellas, es recomendable realizar un ejercicio de comparación y búsqueda de información.