Economía

EEUU podría lanzar las primeras acciones contra China por su política de propiedad intelectual

  • Trump podría usar la sección 301 de la Ley de Comercio estadounidense
  • Esta cláusula ya se usó en los 80 para combatir las exportaciones de Japón

Donald Trump atacó de manera muy dura a China y sus prácticas comerciales durante la campaña electoral del año pasado. Sin embargo, no ha dado todavía ningún paso a pesar de los tambores de guerra comercial que resonaron por todo el mundo. De hecho, hasta parecía acercarse al gigante asiático tras su encuentro con el presidente chino Xi Jinpin. Hasta ahora.

Según confirman fuentes al diario británico Financial Times, la administración Trump está teniendo "discusiones serias" sobre la posibilidad de iniciar una investigación sobre la política de propiedad industrial en China. Especialmente, por el régimen que obliga a las empresas extranjeras a transferir tecnología a socios locales y subsidiarias radicadas en el país.

De momento, no hay detalles de los próximos pasos que tomará EEUU en el asunto. Axios, que desveló en primer lugar la noticia, asegura que Trump bien podría llevar a China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) o bien podría tomar medidas unilaterales. El robo de propiedad intelectual en China es una preocupación compartida por la Unión Europea y por casi cualquier negocio que busque implantarse en el país asiático.

En cualquier caso, tome el camino que tome, la administración estadounidense podría imponer tarifas a productos chinos a modo de represalias. Y para ello podría desempolvar la sección 301 de la Ley de Comercio estadounidense de 1974, algo raramente utilziado desde que se creara la OMC en 1995 como lugar para dirimir los conflictos de este tipo. Esta sección 301 permite al presidente de EEUU imponer aranceles contra países con prácticas comerciales "injustas".

A pesar de que las negociaciones parecen un hecho, dentro del propio Gobierno hay divisiones sobre los pasos a dar, ya que un movimiento de esta magnitud tendría consecuencias. De hecho, según el FT, en otras ocasiones la cautela se ha impuesto en temas comerciales ante propuestas de tanto calado y riesgo como esta.

No es el primer rifirrafe comercial

En todo caso, no sería el primer rifirrafe con otros países a nivel comercial (EEUU investiga actualmente el sector del acero en varios países) y probablemente de menor calado. Sin embargo, desde el entorno de Trump se ve como un posible tanto político, ya que contentaría tanto a las zonas industriales que culpan a China y la globalización de su declive como a Silicon Valley, uno de los grandes damnificados por la política de propiedad intelectual china. 

La Comisión de Comercio Internacional de EEUU (CCI) ya anunció que la importación de acero laminado procedente de ocho países, varios de ellos europeos, perjudicaba a los productores nacionales por prácticas de competencia desleal, lo que abre las puertas a la imposición de aranceles. Estos países son Alemania, Austria, Bélgica, Corea del Sur, Francia, Italia, Japón y Taiwán que vendían a EEUU acero por debajo del precio justo de mercado, con lo que cometen competencia desleal ("dumping").

Con todo, el movimiento es hasta cierto punto una sorpresa dado el acercamiento entre EEUU y China en el caso de Corea del Norte. Iniciar una investigación podría suponer un problema en plena crisis sobre los test nucleares en la corea comunista.

Regreso a los años 80

Trump está considerando poner al representante de Comercio de Estados Unidos Robert Lighthizer al frente de esta pesquisa sobre las prácticas comerciales de China. Washington tiene una larga lista de agravios comerciales realizados por China, la cual destacan las acusaciones de robos de propiedad intelectual estadounidense.

Trump ha criticado en numerosas ocasiones las prácticas comerciales de Pekín, pero su interés en penalizar al país asiático ha aumentado debido a su preocupación por la falta de voluntad política mostrada por el Gobierno chino ante la creciente amenaza que supone Corea del Norte en la región.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha indicado que Pekín no es el único responsable y que las acciones de Corea del Norte en relación con su programa nuclear requieren una acción conjunta por parte de la comunidad internacional.

La cláusula 301 fue utilizada en numerosas ocasiones en los años 80 para combatir la importación de productos japoneses, una década en la que Lighthizer figuró como vice representante de Comercio de Estados Unidos. El uso de este artículo descendió en 1995 con la formación de la Organización Mundial del Comercio.

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