
El informe anual de recaudación del año 2016, publicado este lunes por la Agencia Tributaria, corrobora que los impuestos bajaron. En concreto, los últimos efectos de la rebaja del IRPF fueron claves para que el ejercicio se saldara con una rebaja impositiva de 2.264 millones de euros. Cabe tener en cuenta, además, que los tributos también se redujeron en 2015 en casi 8.000 millones, por lo que la reducción del Gobierno del PP sobrepasa los 10.100 millones. El problema reside en comprobar los años anteriores: desde que en 2010 se implementaran las primeras medidas de ajuste para cumplir el déficit, los impuestos han subido cuatro veces más de lo que han bajado, 43.456 millones.
Por impuestos, y también con datos desde 2010, no hay uno solo que haya caído en siete años. Sociedades es el que se queda más cerca, pero el reestablecimiento de tipos en los pagos a cuenta, impulsado en octubre del año pasado, han propiciado que el tributo suba 1.702 millones de euros. Y lo mismo sucede con el IRPF: letal en su caso fue la subida que aprobó el Gobierno del PP cuando accedió a La Moncloa en diciembre de 2011. Solo en los dos años posteriores los españoles pagamos 5.700 millones más por este concepto.
Sin embargo, es el IVA que más ha subido desde 2010. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero elevó el tipo general del 16 al 18% en pleno 2010, obteniendo ingresos extra de 11.700 millones más en los dos años posteriores. Después, ya con el PP en el Ejecutivo, el tipo general volvió a subir, del 18 al 21, y también lo hizo el tipo reducido, del 8 al 10. ¿Resultado? Otro aumento de más de 8.000 millones para un impuesto cuyas modificaciones -no hablamos en este punto del aumento recaudatorio por efecto de la mejora del consumo- ha dejado a las arcas públicas más de 22.056 millones de euros adicionales.
Subida sin precedentes
A lo largo de este periodo de ajuste del déficit, los sucesivos gobiernos han modificado al alza casi todos los impuestos. Los tipos del tabaco se han tocado al alza hasta en cuatro ocasiones, la última este mismo año. Lo mismo sucede con hidrocarburos, que ha dejado en este periodo de siete años otros 2.082 millones más. Y también están los impuestos a los gases fluorados o la fiscalidad medioambiental aplicada en 2012 y 2013, con un impacto de otros 2.000 millones.
Las bajadas han sido mínimas y se han ceñido básicamente al IRPF. Porque es cierto que el tipo general de Sociedades se ha reducido al 25%, pero la caída recaudatoria se ha compensado con el reestablecimiento de los tipos en los pagos a cuenta y con el endurecimiento del régimen para las 9.000 compañías que en este país, a día de hoy, facturan más de diez millones de euros anuales.
El dato final en base a los cientos de modificaciones fiscales de los últimos siete años arroja una subida de impuestos global de 33.246 millones, clave para que la recaudación supere los 184.000 millones anuales y no solo por efecto del crecimiento económico. En el resultado global pesa especialmente el año 2010, cuando estalló la crisis de deuda y Zapatero subió el IVA, y el 2012 y 2013, cuando Rajoy aprobó el recargo al IRPF y elevó los tipos de también del IVA. En esos años los tributos subieron 23.000 millones.
Más presión fiscal... para la empresa
La buena racha de 2015 y 2016, cuando los impuestos bajaron algo más de 10.100 millones de euros, se va a cortar este año. Según los datos del último informe mensual de recaudación de Hacienda, los tributos suben este año más de 2.745 millones, básicamente por el endurecimiento de Sociedades. Esta figura, que abonan las empresas en beneficio, deja a las arcas 2.600 millones más de euros que hace justo un año. El endurecimiento de los aplazamientos por parte de particulares y empresas deja otros 644 millones en apenas seis meses. Y las bajadas llegan de las tasas judiciales, que ya no abonan personas físicas ni jurídicas de pequeño tamaño, y restan 61 millones de euros a los ingresos.