
La agencia de calificación Fitch decidió este viernes, a última hora de la noche, revisar la nota actual de España, de BBB+, de estable a positiva, lo que anticipa una posible vuelta de nuestro país al pelotón de cabeza de la economía mundial en los próximos doce meses. La perspectiva positiva significa que, a corto plazo, la nota puede beneficiarse de otro alza, que en este caso supondría la vuelta al selecto grupo de países calificados con la A.
Fitch Ratings, que esperó a cierre de la bolsa de Nueva York, justificó su decisión en el crecimiento económico, del 3,2% en los últimos ejercicios, y en el importante ajuste del déficit público llevado a cabo de los últimos años. De hecho, la agencia cree que los tiempos de austeridad pueden haber llegado a su fin. De creer que España crecería un 2,6% el pasado mes de abril, Fitch otorga ahora la máxima posibilidad a un avance del 3,1%, en línea con las previsiones del Gobierno. Para 2018, el crecimiento será del 2,5%, y para 2019, del 2,2%.
La agencia destaca el robusto crecimiento de la economía española, que lleva dos ejercicios avanzando a un ritmo del 3,2% y tiene opciones de registrar un ritmo similar este mismo año. En este sentido, cabe recordar que hace tan solo tres meses, en abril, Fitch auguraba que el PIB subiría un 2,6%, previsión que se ha quedado desfasada tras registrar España un avance del 0,9% en el segundo trimestre, su ritmo más alto en dos años.
La calificadora se suma así a la lista de entidades y organizaciones que han revisado al alza las expectativas de nuestro país. El propio Gobierno inició el año estimando un PIB del 2,7%, mientras que ahora cree que como mínimo el incremento será del 3%. Algo parecido ha sucedido con la Comisión Europea y el FMI, y en terreno doméstico, con BBVA (que habla del 3,3%) y con el panel de la Fundación de las Cajas de Ahorro, Funcas (3,1%).
Otro de los factores que Fitch menciona en su informe es el de la reducción del déficit, que si bien no se situará al término del ejercicio en el 3,1% pactado con Bruselas, registrará una importante caída desde el 4,5% del año 2016. Hay que especificar, en este sentido, que la última vez que esta agencia de calificación subió la nota a España, en abril de 2014, el déficit estaba en el 6,5% del PIB, el doble que ahora.
Mención especial también al mercado laboral, con una notable caída del desempleo desde los máximos del 27% del año 2012. La tasa se situará cómodamente por debajo del 18% este año y el paro seguirá cayendo a un ritmo cercano a los dos puntos en cada uno de los próximos ejercicios. La Encuesta de Población Activa (EPA) podría demostrar la próxima semana esta misma tendencia, presentando un dato que desde el Ejecutivo se prevé como muy positivo.
En el capítulo negativo, Fitch destaca el enorme volumen de la deuda pública, con el Ejecutivo encontrando serias dificultades para alejar la cifra total del 100 por cien del PIB. Hace unos días, de hecho, el Banco de España situó la tasa al borde de esa cota, con el pasivo en los 1,124 billones de euros al finalizar el mes de mayo. El ministerio de Economía, aún así, argumenta que las fluctuaciones del pasivo tienen mucho que ver con el calendario de emisiones del Tesoro, más activo durante el primer semestre. El dato, asevera el gabinete que comanda Luis de Guindos, respetará el límite del 98,8% este año.
El estancamiento de la nota de España es algo que preocupa al Ministerio de Economía. Fitch, de hecho, no había elevado el grado de inversión de nuestra economía desde abril de 2014. Peor aún nos iba con Moody's, que subió la solvencia por última vez en 2013, cuando el PIB ni siquiera había vuelto a tono positivo. Ese lastre llevó ya en marzo a Guindos a recordar públicamente que la nota de las agencias era un hándicap para España si quería captar inversión británica -especialmente del sector financiero- tras el Brexit.
De cualquiera de las maneras, la posición española sigue muy por detrás de su verdadero potencial, teniendo en cuenta que desde el año 2003 y hasta 2010 mantuvo la calificac ión más elevada en los tres casos (la famosa AAA). Para Standard&Poor's, España mantiene una solvencia de grado medio inferior, con una nota de BBB+. Es la misma que otorga a Perú, Polonia, Trinidad y Tobago o Tailandia. Moody's es aún más dura y mantiene un escalón por debajo a nuestro país respecto a las otras 2 grandes agencias.
Las razones de la calificadora para la mejora
El crecimiento económico
España ha dado la vuelta a un escenario de recesión con un crecimiento económico que, por tercer año consecutivo, puede situarse en el 3,1%, superior al de cualquiera de las grandes economías de la eurozona. Hay agentes que hablan de un incremento de incluso el 3,3.
Estabilidad política
Después de un tormentoso año 2016, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha logrado estabilidad parlamentaria, algo que demuestran el acuerdo de los Presupuestos para este año y el del techo de gasto para el próximo ejercicio.
Fundamentales sólidos
Frente a un modelo de crecimiento basado casi en exclusiva en la importación, la exportación ha ganado peso y contribuye con más ímpetu al crecimiento del PIB. Este viernes, el Ministerio de Economía difundió que las ventas al exterior habían avanzado un 10,9% en los cinco primeros meses del año.