
Niels Thygesen se puso al frente del nuevo Consejo Fiscal Europeo el pasado año sin temor a sacar los colores a la Comisión. Entonces dijo que Bruselas se precipitó al recomendar una política expansiva. Este año, el primero en el que el Consejo ha ofrecido su recomendación, ha propuesto una orientación fiscal neutral para la eurozona. Con la recuperación ya superada, dice, esta prudencia también debe mantenerse en el caso de nuestro país. A pesar del envidiable crecimiento, recomienda al Gobierno que no abra la mano con el gasto.
La recuperación española es elogiada. ¿Cuál es su análisis?
No hace mucho estuve allí en una reunión organizada por el Consejo Fiscal español. España es una historia de éxito en el sentido que ha registrado un crecimiento medio del 3% durante los últimos tres años. Aunque el desempleo es aún demasiado elevado, se ha reducido notablemente desde el 25%. Desde nuestra perspectiva, algunos problemas parecen ser más regionales que nacionales, debido a las grandes diferencias entre las comunidades, clave para que España no haya reducido su desempleo por debajo del 9%, incluso en los periodos de bonanza. Creo que el país está haciendo muchos progresos y la resolución del problema bancario resultó tranquilizador. Quizás porque España actuó en 2012, los problemas que quedaron no fueron tan serios, y ahora se han podido resolver en total sintonía con los principios sobre cómo solucionar los problemas bancarios.
El Gobierno quiere aprovechar este buen momento para bajar impuestos. ¿Cree que hay espacio o todavía debemos ser prudentes?
El país se encuentra aún en un procedimiento de déficit excesivo. Claramente, existe la necesidad de ser prudente. Pero, de alguna manera, España tiene la oportunidad de solucionar sus problemas más rápido que hace algunos años. Como no tengo los detalles de la preparación del presupuesto español para el año que viene no debería entrar en más detalles.
Mirando a la Eurozona, la Comisión propuso el año pasado una orientación fiscal expansiva (un 0,5% del PIB). Usted cuestionó la recomendación. Este año sugiere que sea neutral, ni recortes ni estímulos. ¿Por qué esta corrección si la recuperación continúa y existe espacio fiscal?
Nos aproximamos a una época de normalidad. La brecha de producción -entre el potencial de crecimiento y el crecimiento real- indica que el diferencial se está reduciendo. Cualquier indicador que se utilice sugiere que las cosas van mejor. Se está eliminando la inactividad en la economía. Esto refuerza el argumento de no hacer nada más en el nivel europeo, más allá de lo que piden las recomendaciones por países de la Comisión. La situación era diferente el año pasado. Quizás ahora sería menos crítico. Pero entonces se tenía la percepción en el Eurogrupo y en otros lugares de que la Comisión iba a considerar apropiada una orientación fiscal neutra.
A pesar de no proponer un estímulo para la eurozona, pide que los Gobiernos nacionales dediquen más recursos a la inversión...
Es cierto. Proponemos que los países que tienen espacio fiscal lo utilicen más. No solo reducen así la inactividad actual, sino que además aumentan el potencial de crecimiento para el futuro. En particular Alemania y Holanda tienen este espacio y deberían hacer más. Lo recomendamos claramente.
En otoño presentará su primer informe sobre la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. ¿Qué podemos esperar?
Esperamos que esté listo para Octubre. Analizará cómo se han aplicado las reglas, cómo han evolucionado, así como las debilidades del sistema actual.
La Comisión cree que los grandes beneficiarios de la flexibilidad introducida en las reglas fiscales han sido Italia, Francia, España y Portugal. ¿Es cierto? ¿Fue una decisión inteligente introducir esta flexibilidad en 2015?
Miraremos si la extensión de las fechas para cumplir con los objetivos fiscales son, por ejemplo, un factor importante, y si ha habido diferencias. Existe una percepción de que ha habido algunas distorsiones, inconsistencias en la aplicación de las reglas. Pero no estoy preparado para decir si esta percepción está totalmente justificada.
¿Respaldará la opinión del presidente de la Comisión Jean-Claude Juncker, cuando dijo que "Francia es Francia" al justificar la manga ancha con París?
No, yo no he dicho eso. Estudiaremos las cifras y veremos cómo se han aplicado las reglas, y también si existe un equilibrio entre el brazo corrector y el preventivo del Pacto de Estabilidad. Este será el núcleo de nuestra discusión.
¿Podemos decir que la vuelta a la primera línea de la economía europea es una realidad?
Sí, es un retorno. El comentario que hice al Eurogrupo cuando presenté el pasado lunes el informe sobre la recomendación para la orientación fiscal es que nos estamos aproximando a la normalidad. Por lo tanto, deberíamos parar de hablar de una fase de recuperación.