Los partidos independentistas quieren que Catalunya en Comú vaya más allá y anime a participar masivamente
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, afirmó ayer que pondrá "todas las facilidades" para que se celebre en la capital catalana el referéndum sobre la independencia de Cataluña el 1 de octubre "sea lo que sea, una movilización o un referéndum efectivo". JxSí y la CUP han intentado infructuosamente hasta ahora lograr un apoyo más explícito del partido de Colau -Catalunya en Comú- para su consulta ilegal, pero no han logrado llegar más allá de que la edil considere el acto una movilización.
Colau insistió en su defensa del derecho a decidir, pero una vez más se reservó su postura a favor del sí o del no a la secesión, y dudó de que se pueda considerar un referéndum con garantías cuando todavía no hay convocatoria oficial ni urnas. "Hay dudas razonables, que han expresado incluso miembros del propio Gobierno catalán, de que la propuesta del Govern para el 1 de octubre sea un referéndum efectivo", argumentó, en referencia al conseller de Empresa, Jordi Baiget, ya destituido.
Las declaraciones de Colau se alinean con el resultado de la reunión que realizó el sábado la Coordinadora Nacional de los comuns, que fue el de apoyar el referéndum entendiéndolo como una movilización, pero sin llamar por ahora a la participación. Dejaron esa decisión para septiembre, cuando el Govern resuelva "las dudas" en torno al 1-O, lo que no ha sentado nada bien a los partidos independentistas y tampoco a los contrarios a la ruptura.
El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, calificó de "lamentable" que los comuns no llamen a la participación en el referéndum ilegal, y el coordinador de los diputados y senadores del PDeCat, Jordi Xuclà, consideró que el apoyo de Colau al 1-O llega "más por arrastre que por convicción".
Por contra, el grupo municipal del PP alertó a la alcaldesa de que si contribuye a la celebración del referéndum de octubre, irá contra la ley y será cooperadora necesaria en un delito.
Desde el Ejecutivo central y desde Ciudadanos insistieron en que no habrá referéndum. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseveró repetidamente en un acto en Extremadura que el referéndum no se va a celebrar y será "un fracaso político" de la Generalitat, y lo atribuyó a "la fuerza de las leyes", que "no necesita una sobreactuación ni una sobrerreaccion" del Gobierno, indicó, en referencia a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
La portavoz de Ciudadanos y líder de la formación en Cataluña, Inés Arrimadas, acusó al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de mentir con la celebración del referéndum, al igual que prometió hace 18 meses que habría una declaración de independencia, que hubiera sido ayer 10 de julio, detalló: "Igual que sabía que mentía sobre la declaración de independencia, él sabe hoy que no se va a celebrar el 1 de octubre".
Mientras tanto, Podemos se desmarca de las decisiones del partido en Cataluña, porque tienen autonomía de actuación. Ante la posición de la dirección de Podemos en Cataluña de participar activamente en la consulta ilegal, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, recomendó que se consulte a los inscritos del partido, y no solo a los círculos, sobre la postura a tomar, ya que existe una gran "pluralidad" de opiniones al respecto.