Economía

Antoine Walker, el ex-NBA que despilfarró 108 millones, sirve ahora de ejemplo de lo que no se debe hacer

Antoine Walker durante un partido con los Miami Heat. Reuters

Antoine Walker fue una de las grandes estrellas que iluminan el firmamento de la NBA. Tras hacer carrera y cientos de millones de dólares en equipos como los Boston Celtics, Dallas Mavericks, Atlanta Hawks o Miami Heat -donde ganó un anillo de campeón en 2006- el alero de la Universidad de Kentucky dilapidó su fortuna casi tan rápido como la logró. Simplemente despilfarró cerca de 108 millones de dólares. Ahora, Walker sirve de ejemplo de lo que no se debe hacer, y da charlas para Morgan Stanley.

Puede que Walker tuviera un don innato para el baloncesto, y que gracias a el lograra amasar una pequeña fortuna, pero nadie le enseñó como manejarla. Quizá, justo al contrario, los grandes empresarios cuyo don innato para las finanzas les hace triunfar no son capaces de encestar una sola canasta.

El problema para muchos de estos deportistas de élite es que la rapidez con la que el dinero llega a sus cuentas corrientes no les permite apreciar lo que cuesta ganar cada céntimo., y no imaginan que el dinero, igual de rápido que entra, sale. El ejemplo de Antoine Walker no es el único, pero si es el primero que se expone como ejemplo para prevenir sobre lo que sucede con una mala gestión del dinero.

Walker estaba llamado a ser una figura del baloncesto cuando lo eligieron en el sexto puesto del draft de la NBA de 1996. Ser campeón de la liga universitaria con Kentucky le ayudó. Boston Celtics lo eligió para construir su carrera, y lo hizo bien. En la franquicia más ganadora de la historia de la NBA llegó a promediar 23 puntos en una temporada. Lo que no consiguió fueron títulos. Por eso se fue a Dallas, y después a Atlanta, y después a Miami, donde coincidió con la dupla Shaquille O'Neal y Dwayne Wade. Juntos ganaron el campeonato 2007-2008.

Once años después, a Walker no le queda nada de una fortuna estimada en cerca de 108 millones de dólares. Es más, el deportista acumulaba deudas por valor de 12 millones de dólares. Lo que la ruina económica trajo consigo fue mucho peor, una familia destruida y cero amistades, las consecuencias directas. Si sobrevivió fue gracias a los partidos que disputó en la Liga de Desarrollo, una especie de Segunda División. Tuvo hasta que vender su anillo de campeón, por el que consiguió cerca de 22.000 dólares.

Antoine Walker con su anillo de campeón de la NBA. // Fuente: Reuters

En su mejor momento, Walker llegó a ser propietario de varias mansiones, coches cuyo valor superaba los 400.000 dólares, y quince relojes de lujo valorados en cientos de miles de billetes verdes. Ahora, a Walker no le queda nada más que servir de ejemplo para los deportistas de élite, para contarles su caso, para transmitir su mala experiencia para que los demás lo eviten.

"Me di cuenta de que esto podría servirme como proceso de curación, al mismo tiempo que ayudo a los jóvenes. Quiero ser abierto y transparente respecto a los errores que cometí, para que ellos no vayan por el mismo camino", cuenta el exjugador en una entrevista en HoopsHype.

El director de Morgan Stanley Global & Sports Entertainment, Drew Hawkins, señala que la importancia de contar con él es buena porque "los jugadores son más propensos a escuchar a un exjugador que a alguien que trabaja en una firma de servicios financieros y no está tan familiarizado con sus experiencias". "Se trata de que transmita las lecciones vitales que aprendió", sentencia.

Walker, junto con el polémico exjugador de fútbol americano, Bart Scott, participan desde hace tres años en charlas en cerca de 40 colegios y 24 equipos profesionales en la NBA y NFL contando su experiencia, y animando a quien todavía está a tiempo a ahorrar a largo plazo, mantener el crédito, invertir de manera inteligente y responsable y calcular y tener en cuenta los impuestos que cada gasto conlleva.

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