
Aunque el portavoz provisional del PSOE, José Luis Ábalos, abrió el viernes la puerta a negociar con el Gobierno el techo de gasto de 2018, parece complicado que dicha negociación llegue a buen puerto si el Ejecutivo no da un paso al frente en la reforma de la financiación autonómica y pone sobre la mesa una propuesta de modelo.
Hay que recordar que el nuevo sistema de reparto regional está hoy lejos de sumar un consenso entre el Gobierno y el PSOE, a pesar de que desde el Gabinete de Mariano Rajoy inciden en que el apoyo de los socialistas es indispensable para sacar adelante el texto, en el que trabajan desde hace meses un grupo de sabios como paso previo a que el Ejecutivo elabore el documento definitivo.
Desde el partido socialista admiten que si no se produce un avance para consensuar el nuevo sistema de reparto de las comunidades autónomas será "muy difícil" llegar a un acuerdo para aprobar el límite de gasto no financiero, máxime teniendo en cuenta que parece más sencillo que para este último trámite el Gobierno explore una mayoría alternativa.
En ese sentido, desde el propio PSOE señalan como más probable que Rajoy busque el respaldo de las formaciones con las que firmó el acuerdo de los Presupuestos de 2017 y con las que ya han comenzado los contactos, según reconocían esta semana desde el Ministerio de Hacienda. Ciudadanos, PNV e incluso los partidos canarios parecen dispuestos a facilitar la aprobación del techo de gasto de 2018, paso previo para los Presupuestos de ese año. Otro escollo en el entendimiento entre el PSOE y el Ejecutivo surge a cuenta del ministro de Hacienda. Los socialistas llevarán al Congreso la semana que viene la reprobación de Cristóbal Montoro por el varapalo judicial a la amnistía fiscal, una ley tumbada por el Tribunal Constitucional gracias a un recurso presentado por los socialistas. "Hay que tener en cuenta que nos sentaremos en la mesa con el ministro al que intentas reprobar, y eso tensa la situación", explican fuentes del PSOE.
No obstante, tal y como apuntó Ábalos, "a priori tampoco vamos a ponernos en plan a decir que no a todo lo que venga. En todo lo que podamos apoyar va a tener que ser muy negociado y vamos a tener que encontrar claras ventajas para el pueblo español", explicó al ser preguntado por la negociación del techo de gasto.
El 'efecto Sánchez'
La victoria de Pedro Sánchez, que mañana será proclamado oficialmente nuevo líder del PSOE, tampoco suma favores a la causa. Hay que recordar que el lanzamiento de la financiación autonómica se produjo el pasado mes de enero en la Conferencia de Presidentes. Un evento donde tuvo un protagonismo especial la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que fue derrotada por Sánchez en las primarias. De hecho, en caso de que hubiera sido Díaz la próxima secretaria general del PSOE, probablemente nos encontraríamos ante un escenario distinto.
Días antes de las primarias, los populares confirmaban a elEconomista la existencia de un pacto, en el caso de que la presidenta andaluza hubiera resultado elegida secretaria general del Partido Socialista. El acuerdo, de palabra, pasaba por una negociación previa, dura, y que en el último momento resultaría ventajosa para los socialistas, con la subida de las pensiones mínimas, a cambio de su apoyo al Partido Popular.
Pero nada de eso ocurrió. Las circunstancias de hoy son bien distintas. Este viernes, el Gobierno admitió el inicio de las negociaciones con todas las fuerzas políticas, y recalcó su interés por conversar en este sentido con el PSOE, sin entrar en más detalles y ni siquiera reconocer si ha hablado o no con Sánchez sobre esta cuestión concreta. Asimismo, recordaron que el tiempo aprieta y la decisión del Gobierno es evitar que se repita la situación anómala de los Presupuestos de 2017.