
Este domingo 11 de junio los franceses regresan a las urnas para decidir la composición de la Asamblea Nacional. Las gestoras defienden que es importante que Macron obtenga una mayoría suficiente que le permita implementar su plan de reformas económicas, en el que puedan apoyarse los inversores a la hora de seguir confiando en el mercado europeo.
Las elecciones francesas eran el gran riesgo político para los inversores este año. La victoria de Enmanuel Macron contra Marine Le Pen o, lo que es lo mismo, del establishment contra el populismo, calmó los ánimos. Tanto que ya en previsión de que ese resultado se produjera fueron muchos los gestores que empezaron a dejar de mirar tanto a EEUU como destino de inversión para empezar a fijarse en la Vieja Europa. Sin embargo, aunque muy minimizado ya, el riesgo político no acabó el 7 de mayo, el día en que se celebró la segunda vuelta para las presidenciales francesa. De hecho, ese 7 de mayo tampoco fue el último día en que los franceses se encontraban con las urnas, ya que este domingo 11 de junio tienen una nueva cita que también se antoja importante, tanto para los franceses como para el resto de los europeos... y quizá esto explique por qué el rally que atraviesa la bolsa europea en lo que va de año ha encontrado un cierto parón desde que Francia celebró la primera vuelta de las elecciones. Y es que, sorprendentemente, desde el 24 de abril hasta ahora los mercados bursátiles europeos han acumulado pérdidas, con la única excepción del Dax alemán. Eso sí, en el año no hay mercado europeo que no avance más del 10 por ciento.
"Asegurarse una mayoría en las elecciones legislativas de junio supone el gran reto para Macron, ya que aunque su programa económico debería impulsar a la economía francesa, la implementación total del mismo será difícil que se consiga sin una mayoría parlamentaria", apuntan los analistas de Nomura. En esas elecciones se eligen los 577 diputados que compondrán la Asamblea Nacional y hay que tener en cuenta que, a diferencia de las elecciones presidenciales, donde dos de los tres candidatos que se quedaron fuera en la segunda vuelta, Fillon y Hammon, pidieron el voto por Macron, ahora lo pedirán por sus propios partidos. "Hay que tener en cuenta que en torno a un tercio de los votantes potenciales no ha votado ni a Macron ni a Le Pen, lo que significa que gran parte de los franceses no están convencidos", avisa Yves Longchamp, de la gestora Ethenea.
Aun así, las dos opciones con más posibilidades a día de hoy siguen siendo o que Macron obtenga una amplía mayoría -según una encuesta de Opinion Way Macron obtendría entre 335 y 355 escaños- o que opte por una coalición con los republicanos del centro derecha, que se espera que consigan entre 145 y 165 escaños. Ambas opciones permitirían a Macron implementar, si no todo, sí gran parte de su programa económico que tiene a la reforma laboral como protagonista. "Las estimaciones de la Oxford Economics contemplan que la implementación del programa total de Macron supondría aumentar en 0,5 puntos porcentuales el PIB de Francia hasta 2022 y la principal contribución al mismo sería el plan de inversiones por valor de 50.000 millones de euros", afirman en Nomura.
Europa, ¿nuevo líder mundial?
Junto al plan de inversiones o la reforma laboral, los expertos también inciden en que una victoria holgada de Macron puede derivar en una mejor alianza franco germana -que hay buenas intenciones ya se vio con el gesto de Macron de saludar antes a Merkel que a Trump en la última cumbre de la OTAN- y, por tanto, en una Europa mucho más unida y fuerte que la que se ha visto en el pasado. "En Francia es necesario que se desbloqueen las reformas y que se recupere la relación Francia- Alemania ya que podría ser un gran dinamizador de Europa. Es la gran oportunidad para que Europa se convierta en el líder mundial, ahora que ese liderazgo no interesa ni a Trump ni a Reino Unido", asegura Didier Saint- Georges, miembro del comité de inversiones de Carmignac. "Merkel podría replantearse algunas medidas sobre Europa si fuera reelegida en septiembre y tendríamos una nueva pareja fuerte de líderes de la eurozona que incluso podría llevar a Alemania a echar una mano al crecimiento de la eurozona", justifica Laurent Denize, CIO de Oddo BHF.
En caso de que la eurozona recibiera ese empujón económico, lo normal sería que se trasladara a sus empresas y, por ende, al mercado de acciones. De hecho, Vincent Durel, gestor de Fidelity France, calcula que "los beneficios de las empresas francesas podrían recibir un empujón del 10 por ciento con las medidas de Macron", mientras que Rebecca Braeu, directora de análisis de Standish (BNY Mellon), cree que en caso de que Macron logre una mayoría parlamentaria "la prima de riesgo de la deuda francesa podría reducirse en 20 puntos básicos frente al Bund".