Economía

El programa del BCE está llegando a su "límite" y el superávit de Alemania no ayuda

Mario Draghi, presidente del BCE

El programa de estímulos del Banco Central Europeo (BCE) está llegando a sus "límites técnicos". A pesar de que el BCE amplió el abanico de activos elegibles en diciembre del año pasado al incluir aquellos que tuvieran rentabilidades negativas superiores al tipo de depósitos (-0,4%), los bonos públicos empiezan a escasear, sobre todo los de aquellos países que están cuadrando sus finanzas públicas y reduciendo su deuda en circulación, como es el caso de Alemania.

Los expertos de AXA Investment destacan en una nota que "la escasez de bonos públicos alemanes y de otros países pequeños está alcanzando sus límites técnicos". 

Flexibilizar las reglas para ampliar el abanico de activos "han retrasado la llegada de la escasez de bonos alemanes... Sin embargo, con el superávit fiscal esperado en Alemania de unos 20.000 millones de euros, el gobierno tendrá que emitir sólo 152.000 millones para renovar una parte de la deuda que va venciendo", señalan los expertos.

Bonos que comienzan a vencer

El problema es que el BCE se enfrenta en los próximos meses al vencimiento de una parte relevante de los activos que tiene en el balance, por lo que si quiere seguir incrementando el tamaño del mismo tendrá que reinvertir esos vencimientos a la par que seguir realizando nuevas adquisiciones. 

"Una parte de los bonos a corto plazos adquiridos por el BCE en 2015 comienzan a vencer próximamente y se tendrán que adquirir nuevos activos, lo que también limita la capacidad de maniobra de la institución", comentan desde AXA.

"La reinversión de deuda que vence será de unos 1.000 millones en 2017, pero esta cantidad se disparará hasta los 30.000 millones en 2018". Además, el BCE establece que sólo puede tener en su balance un máximo del 33% de la deuda en circulación de un mismo emisor y para finales de 2017 el instituto monetaria tendrá ya el 31% de toda la deuda germana. 

Como destacan desde Funcas, aunque el BCE ha flexibilizado su esquema de compras aunque quedan bastantes normas vigentes. "Los límites a las compras de deuda soberana se articulan hasta un porcentaje que posibilita una formación de precios adecuada. Con carácter general se establecen dos límites, a saber, el emisor (33%) y un límite de emisión (25%)".

De este modo el BCE, que coordina las compras de los bancos centrales nacionales, no puede adquirir más del 25% de una emisión, así como tampoco un porcentaje superior al 33% del emisor. Respecto de los activos susceptibles de ser adquiridos, el rango de compras de bonos a plazos se sitúa de 2 a 30 años, afectando en consecuencia a toda la curva de la deuda, esto es, a activos con grado de inversión emitidos por gobiernos, agencias e instituciones europeas en el mercado secundario.

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