
Una prestación por desempleo común a nivel europeo podría ser una vía más razonable para reducir los desequilibrios dentro del bloque monetaria. Con un fondo común para financiar esta partida países como Alemania (y otros países) contribuirían a financiar la partida por desempleo de países como España o Grecia, para aliviar la presión que sufren las finanzas públicas de algunos países durante las recesiones.
Esta es la conclusión a la que llega el Banco de España (BdE) en un trabajo que analiza el funcionamiento del seguro de desempleo en EEUU. Este mecanismo, usado de una forma eficiente, puede fomentar la estabilización y sincronización dentro de una unión monetaria.
Por el contrario, la prestación por desempleo vigente en la Eurozona (depende exclusivamente de cada país) suele suponer un desequilibrante de las finanzas públicas de algunos países del área monetaria durante las recesiones económicas, por lo que un sistema que reparta mejor esta partida durante las crisis puede atenuar las consecuencias negativas de los shocks asimétricos. | Si no se crean los Estados Unidos de Europa varios países "tendrán que abandonar el euro"
El documento elaborado por los economistas Silvia Albrizio, Juan Carlos Berganza e Ivan Kataryniuk destaca que EEUU es una unión monetaria de la que se pueden extraer algunas lecciones para afrontar mejor las perturbaciones típicas de estas uniones de una forma más eficaz. En este caso, dichos expertos analizan el seguro por desempleo de EEUU, su funcionamiento y efecto económico sobre el área monetaria.
El seguro por desempleo
Grosso modo, durante los ciclos expansivos de la economía, el seguro es competencia de los Estados, pero cuando el ciclo cambia y se producen importantes incrementos en la tasa de paro, el Estado federal "adopta un papel activo otorgando préstamos a los Estados y realizando transferencias directas a los desempleados". En la mayor parte de los casos, esos préstamos terminan teniendo un coste cero para los Estados.
"En tiempos normales, los desempleados tienen derecho a unas prestaciones estatales cuya duración oscila entre 20 y 30 semanas para aquellos trabajadores desempleados por causas ajenas a su voluntad, una duración notablemente inferior a la del área euro", destacan los economías del BdE.
Sin embargo, en tiempos de crisis es el Estado federal quien toma mayor protagonismo, sobre todo si la recesión tiene un efecto notable sobre el empleo: "Primero puede mitigar los posibles problemas de liquidez mediante préstamos de la cuenta federal a las cuentas estatales que se hayan quedado sin reservas".
Por otro lado, "el Estado federal puede realizar transferencias directas a los desempleados, que pueden ser automáticos o discrecionales. Las automáticas corresponden a un programa a nivel federal que extiende la duración de las prestaciones en periodos de desempleo alto y creciente a nivel estatal, y cuyo coste se distribuye a partes iguales entre la cuenta estatal y la cuenta federal", destacan los economistas del instituto monetario español.
Financiado con presupuesto federal
Las transferencias discrecionales son una herramienta que se ha implementado a través de ocho programas diferentes, el último de ellos se puso en marcha durante el periodo 2008-2013. "Estos programas son aprobados por el Congreso y financiados con el presupuesto federal. Su activación ha dependido también de la tasa de desempleo a nivel estatal", según afirma el informe.
Este tipo de mecanismo "es un elemento diferencial respecto a la Unión Monetaria Europea, que carece de instrumentos de estabilización fiscal automáticos para el conjunto del área; por ello, los costes derivados de las perturbaciones deben ser asumidos por cada país, lo que dificulta el funcionamiento homogéneo del área", según explican los economistas del BdE.
Además, dentro de una unión monetaria este tipo de instrumentos en el que se comparten de forma más intensa costes y beneficios "facilitan la estabilización automática de la economía, suavizando el impacto de las crisis económicas sobre el consumo de los hogares y mitigando los efectos diferenciales entre Estados. Este es, de hecho, un elemento diferencial característico respecto a la Eurozona, que crece de instrumentos fiscales de estabilización".
Se estima que los Estados más afectados por la crisis tuvieron un impacto positivo sobre el PIB de entre el 1,5 y 4 puntos gracias a las prestaciones federales. En el caso de Europa, de haber existido este mecanismo, los países con mayores tasas de desempleo (España, Grecia y Portugal) se hubiera beneficiado de ese instrumento.