Economía

La gran divergencia de la eurozona: del crecimiento de España a la recesión de Grecia

  • Algunos países crecen rápido y muestran un mercado laboral fuerte
  • Otros crecen despacio y su mercado laboral se encuentra en el limbo

La economía de la zona euro experimentó en los tres primeros meses del año un crecimiento del 0,5%. Sin embargo, este dato positivo enmascara un ritmo desigual entre las 19 naciones del bloque. Mientras que España registró una expansión del 0,8% y otros pequeños países vieron su producto interior bruto aumentaba un 1%, la economía griega se contrajo por segundo trimestre, entrando de nuevo en recesión.

Las cifras respaldan el argumento de Peter Praet de que el Banco Central Europeo ha de mostrarse extremadamente cauteloso al reducir las medidas de estímulo, pese a que la recuperación está generalizándose y adquiriendo solidez.

El economista jefe de la institución y sus colegas han comenzado a disertar sobre la estrategia de salida, y economistas e inversores están debatiendo si el banco dará una primera señal después de la reunión sobre política monetaria el próximo mes.

Distintas lecturas de la confianza presentan un cuadro optimista. La confianza económica en la zona del euro es la más alta en casi diez años y una encuesta a gerentes de compras en abril indicó el mayor nivel de actividad del sector privado desde 2011. El Centro ZEW para la Investigación Económica Europea de Alemania en Mannheim muestra en otro informe distinto el martes que su indicador de la confianza de inversores subió a 20,6 este mes desde el 19,5 en abril.

"Todavía hay un pequeño signo de interrogación entre los datos al alza (con unas expectivas muy fuertes) y unos datos 'duros' que no son tan claros", explicaba Praet el lunes. "No son muy fuertes todavía, queremos esperar un poco más a los datos duros". Quizá el BCE no dé señales claras de un endurecimiento monetario hasta que todas las economías estén creciendo a un ritmo positivo que sea claro.

Motor de crecimiento

Alemania, la mayor economía de Europa, confirmó su papel de motor de crecimiento en la región con una expansión del 0,6%, según el informe de Eurostat. El producto interior bruto en el primer trimestre creció un 0,3% en Francia y un 0,2% en Italia.

"Con la excepción de Italia, todas las grandes economías están manteniendo el ritmo", dijo Christian Lips, economista de NordLB en Hannover. La elección de Emmanuel Macron para la presidencia de Francia implica la posibilidad de un "mayor dinamismo económico" en la segunda economía más grande de la región, pero en Italia "no hay mucho margen de mejora" a corto plazo, dijo.

Las negociaciones sobre el Brexit y el peligro de unas políticas comerciales proteccionistas de EEUU aún pesan en las perspectivas. No obstante, la Comisión Europea elevó su previsión de crecimiento para 2017 al 1,7% la semana pasada, argumentando que algunas incertidumbres en torno a las perspectivas han disminuido.

"Los riesgos políticos han disminuido ligeramente", asegura el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, tras una reunión de jefes de finanzas del Grupo de los Siete el fin de semana pasado. Pero "sería un error estar satisfecho con la tasa de crecimiento actual".

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