Bari (Italia), 12 may (EFE).- La reunión del G7 de Finanzas que se celebra hasta mañana en las ciudad meridional italiana de Bari analizó hoy vías para cerrar las posibles lagunas existentes en los sistemas de fiscalidad internacional para evitar que las multinacionales se beneficien de ellas.
Los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (EEUU, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y Canadá), y los representantes de varias instituciones tuvieron hoy su primera sesión de trabajo.
Lo hicieron con el tema del proteccionismo comercial propugnado por Washington como telón de fondo, pues este asunto que genera preocupación a nivel internacional ha sido oficialmente pospuesto hasta la cumbre del G7 de Taormina, del próximo 26 y 27 de mayo.
No obstante, aunque no está incluido en el programa y es una cuestión que puede debatirse en reuniones bilaterales y en otros momentos de la cita, explicaron hoy fuentes oficiales de la presidencia italiana del G7.
Los ministros han dejado de esta manera la materia a los jefes de Estado y de Gobierno del G7, después de que en la pasada reunión del G20 en la ciudad alemana de Baden Baden, Estados Unidos obligara a retirar una habitual mención al libre comercio.
La primera reunión de este G7 de Finanzas duró cerca de cuatro horas y versó sobre la problemática de la imposición fiscal internacional.
Fuentes oficiales aseguraron que el objetivo es reflexionar sobre el funcionamiento de los sistemas fiscales a nivel internacional para llevar propuestas concretas a la reunión del G20 de Finanzas del próximo año.
De esta manera, el G7 de Finanzas trata de identificar y solucionar las carencias que puedan tener estos sistemas y que permiten a las grandes corporaciones beneficiarse.
En la declaración final que se firmarán previsiblemente mañana se incluye una petición expresa a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para que desarrolle proposiciones específicas en relación a la tributación económica en el sector digital.
Ha sido Italia, que ostenta la presidencia del turno del G7, el país que ha impulsado esta cuestión con la que busca regular el sistema tributario de las grandes compañías que operan en la red para impedir que utilicen estrategias con las que eludir o evadir impuestos.
Más allá de este asunto, también se analizan otros como la lucha contra los delitos fiscales cometidos en internet, la seguridad cibernética centralizada en el ámbito fiscal o cómo impedir que los grupos terroristas se lucren a través de canales de financiación ilícita.
En este último apartado también se valora la necesidad de implementar una mayor transparencia en los sistemas de transferencia monetaria que emplean los inmigrantes para enviar dinero a sus familias en sus países de origen.
Otra de las preocupaciones de los ministros se encuentra en los incentivos al crecimiento global, un crecimiento económico que debe ser sostenible y estable a largo plazo, tanto a nivel nacional como internacional.
La primera sesión de trabajo, de las cuatro programadas hasta mañana, se celebró durante la tarde, pero antes los asistentes acudieron a un foro privado sobre crecimiento y regulación fiscal que contó con la presencia del Premio Nobel de Economía 2015, Angus Deaton.
En este simposio se realizó una visión general del contexto económico actual con la vista puesta en el crecimiento económico, un tema que también estuvo presente en reuniones bilaterales que han mantenido los ministros, como la que tuvieron el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, y el ministro de Finanzas de Canadá, William Morneau.
Otro de los temas que no está incluido en la agenda pero que podría ser analizado por los ministros en estas jornadas es la posible discusión sobre el alivio de la deuda griega, tal y como refirieron las mismas fuentes.
En Bari se reúnen, además de Mnuchin y Morneau, los ministros Economía y Finanzas de Italia, Pier Carlo Padoan; Alemania, Wolfgang Schäuble; Francia, Michel Sapin; el Reino Unido, Philip Hammond; y Japón, Taro Aso.
También la presidenta de la Reserva Federal de EEUU, Janet Yellen; el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann; y los gobernadores del Banco de Italia, Ignazio Visco; de Francia, François Villeroy de Galhau; de Inglaterra, Mark Carney; de Canadá, Stephen S. Poloz, y de Japón, Haruhiko Kuroda.
Igualmente, asisten el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici; los presidentes del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi; la directora gerente del FMI, Christine Lagarde; el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim; el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, y el presidente del Grupo de Acción Financiera Internacional (FAFT), Juan Manuel Vega-Serrano.
Por Laura Serrano-Conde