Economía

¿Es el bitcoin un activo de inversión?

El modelo de inversión en blockchains, discurre por universos paralelos, según su naturaleza, pública o privada. Las inversiones en blockchains privadas siguen un modelo clásico conocido, pero el modelo que realmente está dando vigor al mundo de las blockchains públicas es el mundo de las criptomonedas como bitcoins o ether y el lanzamiento continuo de ICOs para financiar nuevos protocolos descentralizados.

Las criptomonedas o tokens son el fundamento clave que para lo que podría ser el detonante del Internet del Valor. Tres de los autores del LibroBlockchain.com, Xavier Foz Giralt, Joaquim Matinero Tor de Roca Junyent y Javier Molina Jordá dan su visión sobre el bitcoin como activo de inversión y los aspectos a tener en cuenta en el fascinante mundo de las ICOs.

¿Javier, por qué defiendes que el Bitcoin es un activo de inversión?

Posicionado ya el bitcoin como un medio de intercambio, como una forma de almacenamiento de valor y como una unidad de cuenta, sólo le faltaba que cumpliera con los requisitos de liquidez, rentabilidad y riesgo para ser considerado como activo financiero. Si bien es cierto que añadiría que todavía no es apto para inversores no sofisticados, y que su etiqueta debiera llevar la denominación de ?activo financiero alternativo?, es incuestionable el avance en su asentamiento como tal en los últimos años. De un lado tenemos que su capitalización supera ya los 18.000 millones de dólares, que se negocian de media al día (en todo el mundo) entre 50 y 70 millones de dólares y que la volatilidad del Bitcoin se ha reducido de forma importante siendo la actual, la mitad de lo que era en el año 2012. Una vez tenemos liquidez, volatilidad asumible y una rentabilidad adecuada a ese riesgo, el Bitcoin puede incorporarse en cualquier cartera de activos pues mejora la diversificación y optimiza los resultados ofrecidos. El añadir un 2% de Bitcoin en una cartera diversificada clásica (acciones, bonos y cash) mejora sensiblemente la rentabilidad obtenida sin apenas impactar en la volatilidad global.

¿Qué tiene que pasar para que las criptomonedas se sigan consolidando como activo de inversión en los mercados?

El mercado financiero debe entender que las criptomonedas han llegado para quedarse y que, su democratización, es imparable. Cada vez son más los inversores que demandan exposición a este tipo de activo y, siendo cierto que no todas son lo que prometen y hay que saber distinguir entre unas y otras, igual que el Bitcoin superó en tamaño y credibilidad el respeto inicial, otras como el Ethereum (capitalización de más de 4.000 millones) o el Ripple (capitaliza más de 1.000 millones) empiezan a verse con mejores ojos.

Con ese objetivo estamos asistiendo a intentos cada vez más serios por popularizar las criptomonedas y en Estados Unidos por ejemplo, son varios los proyectos de lanzamiento de ETFs. Aún no se ha logrado luz verde pero, el avance del regulador ha sido tal que, hasta los más escépticos empiezan a interesarse sobre el token y la lista de emisores dispuestos a sacar esos instrumentos no deja de crecer. Cualquier paso al frente en este campo, puede significar la llegada masiva de nuevos inversores, toda vez que la seguridad y transparencia sea máxima.

Así mismo y del lado del gestor de inversiones, la búsqueda de alternativas de inversión en un momento de liquidez máxima y donde añadir activos que ofrezcan descorrelación en carteras clásicas, puede llevar a un mayor estudio y conocimiento de las criptomonedas. Ese paso parece se está empezando a dar y, es también un elemento necesario para un mayor éxito de este nuevo activo financiero.

¿El auge del precio de ether en las últimas semanas, la criptomoneda de Ethereum, la convierte un activo financiero a tener en cuenta?

Si bien es cierto que tanto el volumen diario negociado como la capitalización total (cercana ya a los $5.000 millones) han aumentado de forma considerable, no me atrevería a introducirlo en una cartera agresiva de inversión para el inversor medio. Tenemos un histórico relativamente corto y la volatilidad es aún muy elevada. Si tomamos datos hasta Abril de 2017, obtenemos que la volatilidad del ether es casi 3 veces mayor que la del bitcoin. Eso nos lleva a que el famoso binomio de rentabilidad/riesgo no compense y que descarte, por el momento, a este token como una alternativa de posicionamiento a corto plazo.

¿Xavier y Joaquim qué es un ICO?

Las initial coin offerings (ICO) constituyen una fórmula de financiación de redes descentralizadas basadas en tecnología blockchain. Estas redes o protocolos basan su funcionamiento en la utilización de determinados tokens criptográficos (más conocidos como criptomonedas) que son adquiridos por terceros con dinero o mediante otras criptomonedas.

Las ICO tienen como finalidad originaria financiar el desarrollo de nuevos protocolos, dotando de liquidez a los proyectos e incentivando a los desarrolladores. No obstante, a nadie se le escapa que su capacidad de atracción de inversores está ligada a las expectativas de revalorización de dichas criptomonedas si la nueva red tiene éxito (como es el caso por ejemplo de Ethereum).

Este ánimo especulativo es el que explica que las seis mayores ICO (The DAO, Ethereum, WAVES, Lisk, Digix y Augur) hayan levantado aproximadamente 200 millones de dólares -de los cuales 170 millones corresponden tan solo a Ethereum y The DAO- y que algunas hayan conseguido financiarse en menos de 48 horas.

Estas ICO no están reguladas por el momento en ningún país del mundo y, a falta de pronunciamiento por los reguladores, su futuro tratamiento a nivel legislativo suscita dudas, ya que presentan características que podrían asimilarse a las de una oferta pública de valores, al crowdfunding o incluso a un vehículo de inversión colectiva. Es por ello que, ante esta disyuntiva, las ICO intentan ganar su credibilidad en base a la auto-regulación.

¿Qué tiene tener en cuenta un inversor privado o institucional si invierte en criptomonedas o ICOs?

Los inversores, tanto privados como institucionales, deben tener en cuenta que un buen número de estas ICO no han llegado a cumplir sus objetivos de desarrollo, en otras ocasiones han tenido serios problemas de programación (con consecuencias desastrosas como en el caso de The DAO) y algunas de ellas directamente han sido un fraude.

Este hecho unido a la falta de regulación mencionada hace que este tipo de inversión sea de alto riesgo.

Por ello es clave comprobar que la ICO en cuestión cumpla con unas buenas prácticas tales como la preparación de un whitepaper (parecido a lo que sería el folleto en una OPV) que explique claramente en qué va a consistir el proyecto que se va a desarrollar con la financiación obtenida, qué avances tecnológicos o valor añadido aporta, la composición y experiencia del equipo promotor, número de tokens a emitir y forma de distribución y a que se van a destinar específicamente dichos recursos.

Asimismo, es importante asegurarse también que se implementan procedimientos de gobierno corporativo que aporten confianza a los inversores tales como por ejemplo la realización de una due diligence del proyecto, el desembolso condicional de los fondos ligado a la consecución de determinados hitos o la utilización de monederos multifirma para la gestión del dinero obtenido con la ICO.

En todo caso, como hemos sido testigos con el bitcoin, aún en el caso de que la ICO sea exitosa, hay que tener en cuenta la gran volatilidad a la que están sujetas las criptomonedas. Además, es preciso conservarlas de manera que no podamos llegar a perder nuestro acceso a las mismas y estén protegidas de eventuales ataques de ?hackers?.

Por último, los inversores deben tener en cuenta que las ventas de criptomonedas generan ganancias o pérdidas patrimoniales que deben tener el consecuente tratamiento fiscal.

Xavier Foz Giralt, socio del área de derecho bancario y financiero de Roca Junyent y profesor asociado de la Universidad Pompeu Fabra, Joaquim Matinero Tor, abogado del área de derecho bancario y financiero de Roca Junyent y Javier Molina Jordá, Analista Independiente, son autores colaboradores junto a Alex Preukschat del libro Blockchain: La revolución industrial de Internet. El libro lo publicará Gestión 2000 (Grupo Planeta) el 23 de mayo de 2017 y ya está disponible en preventa con Amazon.es. Las novedades se pueden seguir en @LibroBlockchain y LibroBlockchain.com.

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