La ministra alemana de Economía, Brigitte Zypries, ha asegurado hoy viernes en la emisora de radio Deutschlandfunk que Alemania podría demandar al Gobierno de EEUU si finalmente termina imponiendo un impuesto a parte de los bienes importados. Entre esos bienes que quedarían gravados por el impuesto fronterizo se encuentran los coches BMW.
Trump ha advertido de que Estados Unidos impondrá un impuesto fronterizo del 35% sobre los coches que la compañía alemana BMW quiere fabricar en una nueva planta en México para exportarlos finalmente al mercado estadounidense.
Preguntada por cómo reaccionarían ante esa propuesta, Zypries ha asegurado que es muy difícil reaccionar ante algo así. Todo cambiaría de un día para otro, los precios para los consumidores, las ventas para BMW, sería un largo proceso de adaptación para todos.
"La opción es que presentemos una demanda ante la OMC. Hay procedimientos expuestos porque en los acuerdos de la OMC se refleja claramente que no puedes establecer más de un 2,5% en impuestos sobre coches importados", ha asegurado Zypries.
Reunión entre Merkel y Trump
Esta polémica se produce justo el día en el que se ha producido la reunión entra el presidente estadounidense, Donald Trump, y la canciller alemana, Angela Merkel, en la Casa Blanca, un encuentro que ayudará a determinar el futuro de la relación transatlántica y dar forma a la relación entre dos de los líderes mundiales más poderosos.
El nuevo presidente de EEUU y la política alemana, cuyo país es la mayor economía de Europa, han abordado la financiación de la OTAN y las relaciones con Rusia en su primera reunión desde que Trump llegó al cargo en enero.
Merkel, que según responsables oficiales se ha preparado cuidadosamente para el encuentro, probablemente ha presionado a Trump con el objetivo de obtener su apoyo a una Unión Europea fuerte y un compromiso para luchar contra el cambio climático.
Trump, que como candidato presidencial criticó a Merkel por dejar que centenares de miles de refugiados entraran en Alemania, ha buscado su apoyo para exigir que los países que integran la OTAN paguen más para abordar las necesidades en defensa.
La construcción de las relaciones ha sido un asunto secundario pero importante. Merkel tenía una estrecha relación con los predecesores de Trump, el demócrata Barack Obama y el republicano George W. Bush, y probablemente haya buscado construir una relación fuerte con Trump pese a las importantes diferencias entre ambos y la cautela en Alemania hacia el exempresario neoyorquino.
"Quienes conocen a la canciller saben que tiene un don para ganarse a la gente en las discusiones personales. Estoy seguro de que Donald Trump no será inmune", asegura Jürgen Hardt, diputado conservador que ayuda a coordinar las relaciones transatlánticas al Gobierno alemán.