
Robert Shiller, premio Nobel de Economía y profesor de la Universidad de Yale, cree que la Bolsa de EEUU está cara, pero por diversos motivos psicológicos no para de subir, sobre todo por las expectativas fiscales generadas por Donald Trump, presidente de EEUU.
Todos los grandes índices de Wall Street están muy cerca de unos máximos históricos que se han ido superando día tras día en las últimas semanas. Shiller explica que para los inversores resulta muy difícil no subirse a la ola de un mercado que no para de subir, independientemente de que los ratios muestren que las acciones estén caras, explica el profesor en una entrevista con Bloomberg.
Shiller es experto en formación de burbujas en los precios. En el año 2000 publicó su libro Exuberancia Irracional, sobre la burbuja del mercado de valores en EEUU inflada por el precio de las empresas puntocom.
"Yo también he estado tentado de subirme", asegura este experto que advirtió de la burbuja de las puntocom en los años 2000. "Trump sigue hablando sobre el nuevo espíritu de EEUU y yo creo que o puedes creer en ello o puedes creer que otros inversores lo creerán". Si los inversores confían en el mensaje de Trump, las acciones seguirán subiendo aunque los fundamentos económicos no sostengan esas alzas.
Mejor fuera de EEUU
Shiller prefiere no pronunciarse sobre las tendencia a corto plazo que tomará la renta variable en EEUU, porque no se puede asegurar nada con certeza.
No obstante, el Nobel se reconoce que "el mercado está caro" en este momento. Por eso, él mismo ha preferido no aumentar la exposición de su cartera en Bolsa de EEUU, mientras que ve en el extranjero mejores opciones para invertir.
El factor que está llevando a Shiller a ser cauteloso es Price-Earning Ratio (PER), o ratio Precio-Beneficio en español, que se calcula dividiendo el precio de la acción de una empresa entre el beneficio anual.
El profesor de Yale ajusta este ratio al ciclo económico y el resultado es que las acciones están casi igual de cara que en la víspera de la Gran Depresión de 1929, sin embargo están un 30% más baratas respecto al máximo nivel alcanzado en la burbuja de las puntocom hace unos años.