
El presidente de EEUU, Donald Trump, aprovechó la jornada de ayer para reunirse con los consejeros delegados de los principales bancos comunitarios del país, como Standard Bank, ValueBank o Chesapeake Bank. Entidades que según dijo "son la columna vertebral de las pymes, a las que deben asegurar el acceso a capital".
"Casi la mitad de los empleados dentro del sector privado están contratados por pequeñas empresas", recalcó, incidiendo en que los bancos locales son responsables de la mitad de los créditos y préstamos concedidos a estas pymes. Trump puso de manifiesto durante el encuentro el papel fundamental que juegan estas entidades financieras "ha disminuido" por los bancos comunitarios y han sufrido "grandes problemas" en los últimos años.
En este sentido, el inquilino de la Casa Blanca recalcó que con el decreto firmado el pasado 3 de febrero retirará buena parte de la regulación que pesa sobre el sector por lo que estas entidades podrán "conceder préstamos, ahorrar y generar los trabajos necesarios para crear grandes negocios". En la reunión, donde también estuvieron presentes el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el director del Consejo Económico Nacional, Gary Cohn, Trump dejó claro que los bancos comunitarios "serán seguros".
Rebeca Romero Rainey, presidenta de la organización Banqueros Comunitarios Independientes de América, señaló que "la regulación única para toda la industria bancaria ha generado estragos para las entidades comunitarias de las que dependen el crédito y el crecimiento local". Una crítica a las normas impuestas por la reforma financiera Dodd-Frank en 2010 y que la administración revisa para anular las medidas menos eficientes.
Por otro lado, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, se reunió ayer con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, para preparar el próximo encuentro del G-20, que se celebrará en Alemania.