Economía

Cada español 'paga' más de 600 euros al año en intereses de la deuda

  • El coste de los intereses de la deuda asciende a 280.000 millones en diez años

El gasto dedicado a abonar los intereses de la ingente deuda pública española asciende, en la última década, a 280.000 millones de euros. Una cifra que serviría para pagar durante dos años las nóminas de los 9,5 millones de pensionistas de nuestro país y que, en realidad, ha costado a cada ciudadano algo más de 6.000 euros desde el año 2007.

Es lo que se desprende del análisis de los últimos proyectos de Presupuestos Generales del Estado. La partida de intereses se contuvo por debajo de los 20.000 millones anuales, el 2% del PIB, durante los años 2008 y 2009. Pero con el estallido de la crisis de deuda en primavera de 2010 ese coste comenzó a dispararse, y ya desde 2013 las Cuentas Públicas deben dedicar, año a año, más de 30.000 millones de euros. El récord negativo lo ostenta el año 2014, cuando el gasto en este capítulo superó los 36.000 millones.

Lo más llamativo de los datos es el pernicioso círculo que provoca el incremento de la deuda pública, que en la última década ha sido de 724.000 millones de euros según las estadísticas del Banco de España. A medida que ese pasivo ha ido aumentando también lo ha hecho el coste de los intereses, hasta tal punto que de toda ese aumento del pasivo, casi el 40% (los 280.000 millones anteriormente mencionados) ha debido dedicarse a satisfacerlos.

A día de hoy, la deuda de las Administraciones Públicas se sitúa en los 1,1 billones de euros, la cantidad más elevada de la historia. En porcentaje esa cantidad es del 99,2% sobre PIB, una décima menor a la del año 2015, prueba de que al menos el vertiginoso aumento experimentado desde 2007 ha logrado frenarse. Con ese volumen, los Presupuestos de 2017 deberán dedicar 31.490 millones de euros este año, 684 euros por persona. ¿Sostenible?

Salvados, por ahora

Que esta tormenta perfecta de aumento del pasivo y de intereses de la deuda no se ha llevado a España por delante se debe a varias causas. Primera y fundamental, la política del Banco Central Europeo (BCE), quien con sus compras ha logrado abaratar el coste de la financiación hasta límites nunca vistos. Si el interés medio de la deuda española en circulación sobrepasaba el 5% hasta 2002 y el 4% hasta 2008, ahora se sitúa en el 2,69%, según detalla el Ministerio de Economía. Lo mismo sucede con el coste de financiación de las nuevas emisiones, hoy en el 0,57% frente al 3,87% de hace una década, seis veces más.

En ese brutal abaratamiento, clave para que la deuda, al borde del 100%, sea sostenible, han tenido que ver también el bajo nivel de inflación, en el entorno del 0 desde comienzos de 2014. Los tipos de interés no solo se han situado en el mínimo histórico para España, que incluso ha llegado a cobrar por financiarse en bonos a tres años: también ha sido así para Alemania, Holanda e incluso Francia.

Y el tercer elemento clave ha sido la recuperación de la confianza exterior por parte de la economía española, que ha pasado de la recesión a avanzar más del 3% y ha reducido el déficit casi a la mitad en solo cinco años.

Ahora bien: ¿qué sucederá si la inflación, de nuevo superior al 3%, persiste al alza y el BCE eleva los tipos? Los problemas pueden volver a aparecer, pues por pura lógica los inversores volverán a exigir intereses más altos en un momento en el que la deuda ni siquiera ha empezado a caer. Una mayoría de estadísticas dan por hecho que en el año 2020 seguirá por encima del 95% del PIB, estancada en los 1,1 billones que actualmente refleja pero con una riqueza económica más elevada.

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