
La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas cerró 2016 dentro de los objetivos. En concreto, anotó un 99,26% del PIB, por debajo del límite del 99,4. El dato, avanzado este lunes por fuentes del Tesoro, supera al 98,98% del PIB que estimaba Economía con el registro de la deuda del conjunto de las Administraciones que publicó el Banco de España el pasado 17 de febrero.
Con este porcentaje, la deuda pública suma su segundo año consecutivo de descenso respecto al 99,77% de 2015 y el 100,37% de 2014. No obstante, el pasivo del conjunto de las AAPP sigue moviéndose en terrenos de máximos históricos. De hecho, el importe total de deuda subió en 32.400 millones en 2016, hasta 1,105 billones, aunque el peso en relación al PIB bajó porque la economía creció en mayor proporción.
Por subsectores, el 88,9% de la deuda correspondió a la Administración Central. Dentro de ésta, la deuda del Estado supuso el 85,4%, un 0,1% más que el año anterior. También aumentó el peso en el PIB de la deuda de las CCAA, que representó un 24,8% del total, un 0,3% más. Por contra, redujo su peso en el PIB el pasivo de las corporaciones locales, que se quedó en un 2,9%, y el de las Administraciones de la Seguridad Social, en el 1,5%, con retrocesos del 0,4 y del 0,1, respectivamente. A estas cifras se les aplica un ajuste de consolidación entre subsectores del 18,8%, lo que daría como resultado una deuda del 99,26% del PIB a cierre de 2016, cifra que España remitirá a Bruselas, si bien podría sufrir algún pequeño ajuste. El Banco de España hará público el dato el próximo 17 de marzo.
Otro rasgo de la evolución del pasivo público es el cambio de manos. Desde 2012, el reparto está más distribuido: el BCE ha compensado la caída de los bancos nacionales, mientras que se ha incrementado el peso de los inversores extranjeros y del Banco de España, que eleva su exposición por las compras masivas de deuda del BCE.