Economía

Con la recuperación, vuelve el absentismo laboral: las bajas alcanzan su nivel más alto desde 2011

  • El número medio de procesos se elevó a 326.757 al mes subió un 9,3%

Se acabó el miedo a coger la baja de los últimos años. Así parecen indicarlo los datos de la Seguridad Social, que certifican que la cifra de prestaciones por incapacidad temporal se situaron el año pasado en su nivel más alto desde 2011. El número medio de procesos al mes alcanzó los 326.757, lo que significó un incremento del 9,3% respecto al año anterior, es decir, el absentismo el año pasado creció tres veces lo que lo hizo el empleo.

Tras el desplome vivido en los años 2012 y 2013, la incapacidad temporal lleva cuatro años consecutivos de crecimiento. Desde el mínimo marcado en el ejercicio 2013, cuando también el empleo alcanzó su suelo, las bajas laborales se han incrementado más de un 21%. No obstante, aún se sitúan un 33% por debajo del máximo registrado en el ejercicio 2007.

Además, las bajas no sólo crecen en términos absolutos, sino que también lo hacen relativamente. La incidencia media mensual por cada mil trabajadores también creció hasta alcanzar su cifra más alta desde el año 2011. Según la Seguridad Social, se situó en 21,54 casos por cada mil trabajadores protegidos, con un incremento interanual del 5%, también más de lo que creció el empleo el año pasado.

Las bajas no sólo fueron más numerosas sino que también duraron más. De media, cada proceso se extendió durante 38 días, la cifra más alta desde el ejercicio 2010.

Amenazan el presupuesto de la Seguridad Social

Este incremento, tanto de la incidencia como de la duración de las bajas se nota en el gasto público. En los once primeros meses del año, la Seguridad Social tuvo que dedicar 5.321 millones de euros a la incapacidad temporal, un 11% más que el año anterior.

De hecho, ha tenido que aportar 789 millones de euros extras para evitar quedarse sin presupuesto en esta materia, ya que inicialmente se habían presupuestado 5.397 millones, que se habrían quedado prácticamente agotados antes de contabilizarse diciembre. No es el primer año que Hacienda se queda corta en su previsión, ya que el pasado ejercicio tuvo que añadir 998 millones al presupuesto para pagar todas las prestaciones.

La subida de la incapacidad temporal ya fue advertida por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), ya que calculó que este año el gasto crecería un 8% y alcanzaría su nivel más alto desde el ejercicio 2010. Según explica la institución, estas prestaciones tienen "carácter procíclico, es decir se reducen en épocas de recesión (representadas mediante un aumento del desempleo) y aumentan en etapas de crecimiento económico (épocas de menor desempleo)". Según sus cálculos, en 2019 se podría alcanzar el récord marcado en el ejercicio 2008.

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