
El 2016 podría definirse como el año de los récords laborales en Alemania. A sus impactantes cifras de desempleo, son las más bajas de la Unión Europea, se une ahora el anuncio de que el último trimestre del año pasado se cerró con 1,044 millones de ofertas de empleo disponibles que nadie había ocupado, 6.000 más que a finales del año 2015.
Según comparte el Instituto de Investigación de trabajos y mercado laboral (IAB), el 81% de estas ofertas serían de incorporación inmediata. De esta forma, Alemania continúa dándose golpes de pecho por sus ventajosas cifras y lo achacan a un "robusto mercado laboral, materializado en una progresiva y fuerte demanda laboral en todo el país", dijo públicamente Alexander Kubis, experto del IAB. En comparación con el tercer trimestre de 2016, se ofrecieron 80.000 puestos de trabajo más.
Las causas de que no se encuentre a gente disponible para desempeñar estos empleos son, primordialmente, los requisitos demandados. Mientras que dos tercios de la cantidad total de ofertas corresponden a trabajos para los que se pide haber completado una formación profesional, en un 16% se solicitan titulados universitarios y únicamente una de cada cinco propuestas de trabajo no requieren ninguna formación específica.
Por otro lado y, como ya anunció elEconomista, la curva de Beveridge que muestra la relación entre desempleo y vacantes, da cuenta de que varios países de la Unión Europea no encuentran la mano de obra que demandan. Esto ocurre porque hay una desarticulación entre los demandantes y ofertantes de empleo, es decir, se crea trabajo pero el que se crea no se adecúa a lo que requiere la gente que busca empleo.
El exceso de graduados universitarios arroja datos contundentes: cuatro de cada diez universitarios tardan más de tres años en conseguir insertarse en el mercado laboral y en ocasiones tienen que hacerlo renunciando a conseguir trabajos que se ajusten a su formación o para los que no se necesitan requisitos muy específicos. Otra de sus premisas dice que en ocasiones los empleadores tienen dificultades para encontrar candidatos debido a que hay pleno empleo.
Al borde del "pleno empleo"
Si atendemos a lo que de forma teórica se define como pleno empleo (5,5% de paro), vemos que Alemania sólo está 4 décimas por encima ya que la Oficina Federal de Empleo explicó también a raíz de este estudio que en enero de este año volvió a descender el desempleo. Son 26.000 personas más las que han encontrado trabajo respecto al mes anterior, lo que deja la cifra de paro en un 5,9% y vuelve a ser su mejor dato desde la reunificación de 1990.
Uno de los problemas de contratación que señala el estudio son profesiones cuyo salario se estima en cifras altas y los demandantes no quieren trabajar por debajo del mismo. Si se hiciera y empezase a establecerse como norma, podría ocasionar dumping salarial, es decir, la queja de ese mismo sector porque se ofrecen salarios más bajos de lo establecido por convenio o lo considerado "normal" para ese tipo de profesiones.
El sueldo medio alemán es, según la Oficina Federal de empleo, 3.612 euros brutos al mes. Hay que tener en cuenta que las tributaciones pueden llegar, en caso de los salarios más altos, hasta cifras incluso del 42% al pasar de bruto a neto. Desde enero de este año el salario mínimo ha aumentado de 8,5 euros por hora a 8,84. Es el resultado de uno de los pactos que dieron forma al gobierno de la Gran Coalición presidido por Angela Merkel. Por su parte, los socialdemócratas, propulsores de esta medida, quieren que continúe subiendo cada año para sintonizarlo con la inflación, y más allá cuentan con un plan que prevé eliminar las excepciones al mismo.
'Se buscan' ingenieros
Uno de los campos en los que Alemania suele demandar más mano de obra es también la ingeniería. Según el Instituto Económico (IW) en el cuarto trimestre de 2016 se solicitaron 70.000 nuevos aspirantes para empleos referidos al sector, uno de los más potenciados en el país germano y que hace que sea uno de los líderes en tecnología.
Por contra, otro de los impedimentos al encontrar mano de obra que ocupe los puestos libres es la escasa solicitud, según señalan los gráficos ofrecidos en el estudio. Uno de los sectores que demanda más trabajadores es el de la construcción. En algunas ciudades como Berlín o Múnich hay déficit de viviendas respecto a la demanda de las mismas. Esto ha provocado un incremento desmesurado de los precios y puede acarrear en el futuro una burbuja inmobiliaria, como ya apuntó la entidad financiera Commerzbank en un informe hecho público en verano.
No en vano, las buenas cifras alemanas no acaban aquí. El país germano ha revelado recientemente que ha alcanzado un superávit en sus cuentas de 23.700 millones de euros, lo que supone ya otro hito en sus finanzas públicas. Con motivo de este exceso de capital, los organismos económicos internacionales han recomendado al Gobierno de Angela Merkel que incremente más su inversión pública. Para este buen dato es fundamental su alto nivel de ocupación, que hace que 43,7 millones de personas cuenten con un trabajo actualmente.