Economía

La liquidez del Estado a las CCAA se frena y se tensa el pago a proveedores

  • El Gobierno es el principal acreedor de los Ejecutivos territoriales desde 2012

El Estado viene ejerciendo de principal prestamista de la mayoría de comunidades autónomas desde el año 2012. Los mecanismos de liquidez puestos en marcha por el Ministerio de Hacienda han permitido a autonomías que tenían cerrado el acceso a los mercados pagar sus facturas, cumplir con sus vencimientos de deuda e ir reduciendo el déficit público. Desde el inicio del año, la falta de Presupuestos y el inicio de los trabajos para reformar el actual sistema de Financiación mantienen paralizados, de momento, los instrumentos de liquidez estatales. Los proveedores públicos temen que esto pueda traducirse en más retrasos en los pagos por parte de las Administraciones.

Las Cuentas de 2016 (presentadas en agosto de 2015) cuantificaban en 25.000 millones de euros el apoyo financiero que el Estado ofrecería el pasado ejercicio a las regiones a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), de la Facilidad Financiera y del Fondo Social. Finalmente Hacienda aumentó esa cantidad en un 43%, al liberar préstamos por valor de 35.582 millones en total. En cualquier caso, las autonomías supieron con meses de antelación las cantidades de las que podrían disponer como mínimo.

Con la prórroga automática de los Presupuestos es de suponer que el Gobierno destinaría la misma cantidad -25.000 millones- a esos instrumentos hasta contar con un proyecto nuevo. Sin embargo, fuentes próximas al Departamento que encabeza Cristóbal Montoro reconocen que, en principio, para decidir cómo y cuánto se reparte este año habría que esperar a ver qué pasa con la reforma de la Financiación Autonómica, porque ésta puede conllevar que los instrumentos de liquidez ya no sean necesarios. Es una asunto, además que tiene que pasar por el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

El problema que esto plantea son los tiempos, puesto que el grupo de sabios al que se encargó una propuesta sobre el modelo de reparto territorial acaba de iniciar sus trabajos. El 28 de enero del año pasado ya se había repartido un primer tramo del Fondo de Liquidez (1.061 millones de euros) entre las comunidades adheridas al mismo.

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Hay quienes, como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) han recomendado que el Ejecutivo Central se vaya planteando la retirada de su apoyo financiero a las regiones, con el fin de no crear un efecto dependencia. El propio ministro, Cristóbal Montoro, afirmó en enero que cuando se acuerde la reforma de la financiación se "revisará" la "utilidad" de los mecanismos extraordinarios implementados a lo largo de los últimos cinco años.

Hasta la fecha y, en aras de esa vuelta a la normalidad, el Consejo de Ministros ha autorizado ya operaciones financieras a los territorios que en todos los casos se supeditan al cumplimiento de los objetivos de deuda fijados el pasado mes de diciembre.

Así, Cataluña recibió la autorización para refinanciar 1.378 millones y se permite también emitir a Madrid (4.077 millones de euros), Castilla y León (239 millones de euros), Navarra (405 millones de euros), Andalucía (1.951 millones de euros), La Rioja (30 millones de euros), Baleares (500 millones), País Vasco (1.000 millones de euros), Extremadura (100 millones de euros) y a la Comunidad Valenciana (2.422 millones de euros).

Aumentar el periodo de pago

La falta de concreción sobre los instrumentos de liquidez de 2017 se suma al temor que ha suscitado entre autónomos y pymes la ley de contratación pública, que actualmente se encuentra en trámite parlamentario. La Plataforma Multisectorial contra la Morosidad advierte de que el texto puede conllevar un retroceso en los derechos de los proveedores públicos, dado que volverá a permitir que las partes pacten plazos de pagos superiores a los legales.

Hacienda ya se vio obligada a intervenir a Extremadura y Aragón por el retraso reiterado al abonar sus facturas. De hecho, la Junta extremeña llegó a exceder los 100 días de plazo desde que reconocía el recibo emitido por el proveedor hasta que procedía a abonarlo.

A finales del año pasado las autonomías estaban muy cerca de cumplir la Ley de Morosidad, según datos de Hacienda. En octubre el conjunto del sector situó su Periodo Medio de Pago (PMP) en 35,3 días. Esta mejora coincide con el manguerazo de liquidez suministrado por el Estado a las regiones en el último tramo del año. Una liquidez "extra" con la que siguen sin contar en el inicio de este ejercicio.

El soporte que el Estado supone a nivel financiero para los territorios queda reflejado a la perfección en las estadísticas publicadas por el Banco de España. Más de la mitad de la deuda autonómica en circulación ha sido financiada por el Gobierno Central.

De los 271.980 millones de euros a los que ascendía la deuda viva regional, los territorios habían percibido 137.970 millones a través del Fondo de Liquidez Autonómico o de la Facilidad Financiera, en función de si se trataba de regiones cumplidoras o no de los objetivos de estabilidad presupuestaria. De este modo, los préstamos del Estado suponen el 50,7% del pasivo regional, algo que no había sucedido desde que Hacienda creó los instrumentos de financiación hace cinco años.

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