Economía

Grecia no negociará más ajustes si el FMI no corrige estimaciones "erróneas"

  • Tsipras se niega a legislar en previsión de no lograr un superávit del 3,5%

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció ayer que no piensa negociar medidas adicionales a las incluidas en el tercer programa de rescate, ahora en evaluación, porque el Fondo Monetario Internacional (FMI) considere que no está cumpliendo lo acordado y que el país no alcanzará el previsto superávit del 3,5% del PIB en 2018; a su juicio, las estimaciones del Organismo son "erróneas" y debe corregirlas.

Se enreda el tira y afloja entre Grecia y los negociadores internacionales, la llamada cuádriga -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE), el Mecanismo Europeo de Estabilidad y el FMI-, a cuenta de los avances del país a la hora de sanear su economía.

Por un lado, los europeos creen que Grecia, con las reformas en curso, podrá alcanzar el previsto superávit primario del 3,5% del PIB en 2018, tal y como estaba previsto en el tercer programa de rescate, de 86.000 millones de euros.

Por otro lado, el FMI considera que se quedará muy corto, en el 1,5% del PIB, y cree que es necesario una importante quita de la deuda, algo de lo que los europeos no quieren ni oir hablar. Y en medio está Grecia, claro, que no quiere saber nada de aplicar nuevas medidas de austeridad que castiguen más a una población severamente empobrecida.

Con esta coyuntura, una cuádriga dividida está evaluando la aplicación por parte del país de las medidas incluidas en el tercer programa de rescate, del que depende la entrega de 6.100 millones de euros, necesarios para pagar 7.500 millones de vencimientos de deuda en el mes de julio. Este mar de fondo tan discrepante ya tiene su reflejo en los mercados financieros y el bono heleno ha vuelto a superar la rentabilidad del 10%.

Ajuste del 1% del PIB

Las desaveniencias entre los socios de la cuádriga se han traducido en la exigencia a Grecia de que acometa ajustes adicionales por 1.800 millones -equivalentes al 1% del PIB- si no consigue alcanzar el objetivo de superávit del 3,5% del PIB. Estos nuevos ajustes, que podrían compensarse con metas fiscales más relajadas y con compra de deuda por parte del BCE, tendrían que legislarse por adelantado

Y aquí es donde Alexis Tsipras se ha plantado, negándose a adoptar medidas adicionales basadas en las estimaciones del FMI, que considera "erróneas", y reiternado que no está dispuesto a legislar y a preparar más ajustes en función de hipótesis en las que ni siquiera están de acuerdo todos los miembros de la cuádriga.

Su respuesta llegó ayer, ante la plana mayor de su partido, Syryza: "tenemos ante nosotros una evaluación de por sí difícil, pero que se hace más difícil por la disputa entre los acreedores" y aludió directamente a la existencia de desavenencias entre el FMI y el ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schäuble, al que acusó de agredir constantemente al país al insinuar que los griegos "viven por encima de sus posibilidades".

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