
Con espíritu conciliador y amistoso, el presidente de EEUU, Donald Trump, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, se comprometieron este viernes en la Casa Blanca a trabajar de forma conjunta para promover los intereses de ambos países. Compromisos que incluyeron plantar cara a amenazas como Corea del Norte o la expansión de Pekín en el Mar del Sur de China pero también afianzar los lazos económicos en un momento en que el mandatario estadounidense optó por retirar a su país del Tratado Transpacífico (TPP).
Trump, quien en las últimas semanas ha arremetido contra Japón o China por la presunta manipulación de divisas, confirmó que intentará lograr nuevos acuerdos comerciales con la tercera mayor economía del mando siempre que estos sean "libres, justos y recíprocos". Unas declaraciones que congeniaron a la perfección con Abe.
El primer ministro de Japón, quien ya se reunió con Trump el pasado 17 de noviembre, llegó a la Casa Blanca con la lección bien aprendida. No sólo aseguró que su país ha incrementado el gasto en defensa sino que adelantó que contribuirá a los esfuerzos de EEUU por mejorar sus infraestructuras. "Gracias a esto habrá más empleos en EEUU", dijo al mencionar, entre otras, la posibilidad de usar el amplio conocimiento de su país en trenes de alta velocidad.
En un esfuerzo por convertir la relación entre EEUU y Japón en "el catalizador" de la prosperidad en Asia Pacífico, Abe apoyó la "estrategia de crecimiento" de Trump, quien al recibir al primer ministro optó por darle un gran abrazo en lugar de la mano. Una señal más del acercamiento que se sumó a la viaje relámpago que ambos hicieron este viernes a Mar-a-Lago, la residencia estival del republicano en Florida, donde este sábado jugarán al golf.
La rueda de prensa conjunta estuvo dominada por la decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de mantener el veto migratorio del gobierno. Al respecto, Trump aseguró que su administración "hará algo rápidamente" en relación con la seguridad de su país, aunque no dio más detalles. Mientras Abe y Trump continúan cogiendo confianza a nivel personal, el ministro de Finanzas, Taro Aso, y el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, avanzaron en diseñar el nuevo marco que debería afianzar los lazos económicos bilaterales.
En este sentido, Trump hizo mención durante la rueda de prensa a su "larga" conversación telefónica con el primer ministro chino, Xi Jinping. "China, Japón, EEUU (...) todos jugaremos de forma justa muy pronto", adelantó. Ambos líderes extendieron invitaciones para reunirse en sus respectivos países. "Trump y Xi esperan sostener más conversaciones con resultados muy exitosos", dijo el comunicado emitido por la Casa Blanca.
Mientras tanto la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, habló claro e instó el viernes a Washington a que "no interfiera" en la política de los países comunitarios y reiteró que los Veintiocho están comprometidos con "la implementación completa" del acuerdo nuclear con Irán, tal y como pactó Barack Obama.