
José María Aznar irrumpió ayer con estrépito en el debate sobre el encarecimiento de la electricidad: mediante un comunicado de la Fundación Faes, que preside, receta eliminar la tarifa regulada -el llamado PVPC-, cargar parte de las ayudas a las energías renovables a otros sectores energéticos no eléctricos y revisar los impuestos que gravan la energía desde 2013. l Aznar arremete contra la política económica de Rajoy y pide reformas de calado para asentar la recuperación
Faes, tras denunciar "las habituales dosis de demagogia política" y "modificaciones normativas en caliente" para rebajar la "alarma social" declarada por los altos precios, defiende la validez del sistema marginalista del mercado mayorista de la electricidad -también conocido como pool- y apunta a que el problema real está en la volatilidad del mix energético, provocada por la participación de las renovables.
Esta volatilidad, "tras la reforma del año pasado", se traslada directamente a los 12 millones de consumidores acogidos al PVPC, exponiéndolos a los precios altos.
Recibo "artificialmente alto"
Y al problema de la volatilidad se suma que el precio final es "artificialmente alto", por "todos los elementos que no son energía y redes de transporte que están incluidos en la factura", como los impuestos, los subsidios a las renovables y otros costes regulados, como los extrapeninsulares. Sin estas externalidades -asevera citando a ACER, el regulador europeo-, el precio de la electricidad en España es un 10,4% más barato que la media europea.
Por lo tanto, al objeto de rebajar los precios eléctricos finales no hay que tocar el modelo del mercado, que refleja eficientemente lo que cuesta generar la energía en cada momento, sino en evitar que la volatilidad se traslade a los consumidores y reducir las externalidades.
Para el primer problema, apelando a los planteamientos de la Comisión Europea, aboga por eliminar las tarifas reguladas -"el mercado ya cuenta con las herramientas adecuadas para cubrir el riesgo de volatilidad del precio a los consumidores"-, recordando que hay "exactamente 404 comercializadores" que ofrecen "todo tipo de ofertas adaptadas para las distintas necesidades".
Y para el segundo problema, apelando a ACER y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, defiende que "la acción por el clima a través de las energías renovables subvencionadas sea compartida por otros sectores energéticos distintos al eléctrico y también generadores de CO2"; asimismo, apunta que "habría que revisar la imposición que grava directamente la generación de electricidad desde 2013, por los efectos distorsionadores sobre las tecnologías marginales de generación y sobre el mercado".
Contraste con el Gobierno
Los planteamientos de la fundación presidida por el dimisionario presidente del honor del PP chocan poderosamente con los que ha defendido el Gobierno durante los últimos días. Por ejemplo, el ministro del ramo, Álvaro Nadal, recomendaba recientemente no abandonar el PVPC a los pequeños consumidores con derecho a acogerse a él -"siempre es lo más barato", dijo- y ha presumido de la introducción de los impuestos a la energía criticados por Faes para limitar los beneficios extraordinarios de nucleares e hidroeléctricas.