
Cuatro años y tres meses después de su última convocatoria, la Conferencia de Presidentes reunirá mañana al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y a los líderes autonómicos, en una cita en la que se pondrán sobre la mesa asuntos como la sostenilidad del estado del bienestar, la reforma de la financiación autonómica, la estrategia nacional frente al reto demográfico, el pacto social por la educación o la política de empleo, entre otros. La clave es que este encuentro empiece a tener un carácter más vinculante y no se quede en un mero acto institucional.
- Puntos del día: la agenda arrancará a las nueve de la mañana con un desayuno con el Rey, para después realizar la tradicional foto de familia. La sesión de mañana tendrá un carácter deliberativo y se iniciará con una intervención de Rajoy, que esbozará los grandes temas a tratar. Después intervendrán todos los presidentes autonómicos. Tras un breve almuerzo, se iniciará la sesión de tarde, que tendrá un carácter decisorio.
- Acuerdos clave: el Gobierno Central y las comunidades autónomas intentarán cerrar acuerdos sobre la financiación autonómica (no en vano esta cita se concibe como el arranque de su próxima reforma), sobre el desarrollo de la ley de unidad de mercado; el impulso de la tarjeta social; sobre el desarrollo de la participación de las regiones en la Unión Europea o sobre políticas de empleo y dependencia, entre otras.
- Asistentes: el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró el pasado viernes que la agenda de temas que conforman el orden del día "exige la asistencia" tanto del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, como el lehendakari, Iñigo Urkullu. El propio Rajoy confirmó la pasada semana que mantiene un diálogo "muy fluido" con la Generalitat. Dejó claro que no habrá ningún problema en que pueda verse personalmente con el presidente catalán, Puigdemont, en próximas fechas, si bien confió en que el líder catalán sea capaz de dar un primer paso y acuda a la Conferencia de Presidentes.
- Financiación autonómica: En lo que respecta a este asunto, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó claro que su reforma dependerá en buena medida de que haya acuerdos con los grupos parlamentarios. Incidió en que el nuevo modelo deberá basarse en dos pilares: garantizar la calidad de la prestación de los servicios públicos y asegurar que "vivir en un territorio no sea elemento de diferenciación entre ciudadanos". La reforma se hará en paralelo a la de la financiación local.
- Ajuste de déficit: el Gobierno ya ha dado por hecho en varias ocasiones que las autonomías se ajustarán en 2016 al déficit del 0,7% del PIB que se les exige y que cuentan con una senda fijada que les permitirá llegar al equilibrio en 2019.