El Foro Económico Mundial, que se celebrará la próxima semana en Davos (Suiza), representará un escaparate totalmente transparente de los drásticos cambios que están sucediendo en el tablero internacional. La retirada de EEUU de la primera línea de la globalización y el multilateralismo, la llegada de China para ocupar su sitio y, sobre todo, la paralización europea por la tenaza del populismo y las numerosas crisis que aún sufre saltarán en los paneles y sobre todo en los pasillos del centro de congresos de la pequeña villa. Sin embargo, España no aprovechará la relativa calma que goza respecto a sus vecinos europeos, o incluso sus socios mundiales, para intentar pescar en río revuelto y sacar pecho de la recuperación.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitará de nuevo acudir al foro de la élite mundial y volverá a pasar la responsabilidad al ministro de Economía, Luis de Guindos, habitual en el encuentro. Rajoy, quien nunca ha acudido al foro que se celebra en los Alpes suizos, aún tiene muy presente el mal trago que tuvo que pasar en 2010 el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su estreno en la cita.
El líder socialista no sólo tuvo que compartir panel con el entonces primer ministro griego, Yorgos Papandreu, cuando la crisis griega estaba en ebullición, y cuando los ojos empezaban a posarse en España. Además, provocó un retraso de diez minutos en la escrupulosamente puntual maquinaria del foro por no hablar inglés y tener problemas con la traducción. Rajoy, cuya alergia a las citas internacionales es bien conocida, quiere evitar un momento embarazoso enfrente de la restringida audiencia del cónclave, que este año contará con alrededor de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, además de decenas de presidentes y responsables ejecutivos de las principales multinacionales del planeta, y otros líderes sociales e incluso figuras de la realeza y artistas como Shakira o Matt Damon.
El sector privado español estará representado por algunos habituales de la cita. Del mundo de la banca acudirán la presidenta de Santander, Ana Botín, y el máximo responsable de BBVA, Francisco González. Botín acaparará una atención destacada al participar en un panel que, bajo el título de ¿Qué Europa ahora?, tratará el próximo jueves los desafíos de la UE junto al primer ministro de Holanda, Mark Rutte, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans. Por su parte, González hablará también el jueves sobre su tema favorito, el impacto de la revolución digital en el mundo de la banca. El gallego, que alardea sobre la transformación digital de BBVA cada vez que tiene ocasión, ya participó el año pasado en un panel similar.
También acudirá hasta el idílico resort para esquiadores el presidente y consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien intervendrá en un panel sobre la transición limpia de la energía el miércoles. Su homólogo en Acciona, José Manuel Entrecanales, participará en una discusión sobre el retorno de los mercados de carbón el jueves. Por su parte, el presidente y consejero delegado de Amadeus, Luis Maroto, hablará el mismo día sobre el futuro de la industria del turismo. El presidente y consejero delegado de Inditex, Pablo Isla, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y el presidente ejecutivo de Ferrovial, Rafael del Pino, aprovecharán el encuentro para reunirse con altos cargos políticos y empresariales.
El gran ausente será el nuevo presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. Si en ediciones anteriores la firma estuvo representada por su anterior máximo responsable, Cesar Alierta, este año acudirá en su nombre su responsable global de Asuntos Públicos y Regulatorios, Carlos López.
Líderes extranjeros
Entre los mandatarios extranjeros, toda la atención irá dirigida hacia Xi Jinping. Será la primera vez que un presidente chino se desplace hasta el exclusivo encuentro. El líder chino buscará aprovechar el vacío que dejará la retirada de EEUU de la escena global, días antes de que tome posesión Donald Trump el 20 de enero. También será la gran presentación para el nuevo secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Los principales mandatarios europeos y de las instituciones europeas se saltarán la cita y tan sólo acudirá la primera ministra de Reino Unido, Theresa May. Como ya hiciera en el encuentro del G-20 el pasado septiembre, la británica está desarrollando una ofensiva diplomática para preparar el futuro del Reino Unido fuera de la UE. Junto a media docena de primeros ministros europeos, el grueso de la representación europea correrá a cargo de los ministros de Economía y de Finanzas y una docena de comisarios de la Unión Europea.