Economía

El Constitucional italiano desactiva el referéndum sobre la reforma laboral

  • Los jueces creen que el nuevo despido improcedente se ajusta a la Constitución
El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. Reuters

El Tribunal Constitucional italiano suspende otro referéndum capaz de perjudicar la frágil estabilidad política de Italia. Ayer los jueces transalpinos se pronunciaron sobre le petición, avanzada por el principal sindicato transalpino CGIL, de derogar a través de una votación popular la reforma laboral impulsada por el ex primer ministro Matteo Renzi en 2014.

El tribunal, que publicará con posterioridad la motivación de su sentencia, declaró que el referendum revocatorio sobre las normas que abaratan y agilizan el despido no resulta legitimo. Aún así, el alto tribunal sí admitió en su lugar que se produzcan consultas sobre la responsabilidad de las empresas a la hora de contratar y sobre la nueva forma de trabajo temporal, retribuido a través de los llamados cupones.

El Constitucional italiano rechaza así la petición del sindicato -que tal y como prevé la Constitución había presentado más 500.000 firmas y ahora promete recurrir la sentancia al Tribunal de Justicia de la Unión Europea- para la celebración de un referéndum sobre el punto más criticado de la reforma laboral, conocido como Jobs Act, y que provocó la abolición del artículo 18 del Estatuto de Trabajadores, que reglamentaba el despido improcedente. Anteriormente el juez podía obligar la empresa a reincorporar al trabajador y, en todo caso, tenía la facultad de establecer la indemnización. La reforma, en su lugar, impide la reincorporación y fija la indemnización en un máximo de seis meses de sueldo.

Mientras, el trabajo pagado a través de cupones es otra norma muy debatida, pero el mismo ministro de Trabajo, Giuliano Poletti (titular del cargo también con Matteo Renzi), explicó que está estudiando mejoras para evitar que haya abusos de este forma de colaboración ocasional.

Las elecciones se alejan

La decisión de los jueces constitucionales promete tener efectos sobre la estabilidad política italiana. De hecho, tras su dimisión como primer ministro, Renzi parecía tener prisa por concurrir a elecciones anticipadas, no sólo para tomarse la revancha, sino también para evitar perder otra votación clave, como este nuevo referéndum.

Ahora que la bomba del referéndum ha sido desactivada, el nuevo Gobierno de Paolo Gentiloni tendrá más tiempo para negociar con los partidos una nueva ley electoral antes de las elecciones. Todavía es temprano para ver si el nuevo Ejecutivo (que es una fotocopia del Gabinete saliente de Renzi, ya que el nuevo primer ministro confirmó a la mayoría de sus miembros) durará hasta 2018, el término natural de la legislatura. Sin embargo, lo que termine sucediendo dependerá de otro tribunal, el Supremo, que el 24 de enero dictará sobre la actual ley electoral.

Mientras tanto, Gentiloni fue ingresadoayer en el hospital Gemelli de Roma, donde se le diagnosticó la necesidad de una angioplastia. Tras una intervención quirúrigica para eliminar una obstrucción en un vaso sanguíneo, se encuentra bien y ha informado que a partir del lunes volverá a trabajar.

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