De las 113.883 personas que cambiaron de comunidad autónoma por motivos laborales, 33.614, el 30% del total, tuvieron como destino la Comunidad de Madrid. Según los datos correspondientes a la Estadística de Movilidad del Mercado de Trabajo en las Fuentes Tributarias, que elabora la Agencia Tributaria, Madrid fue la comunidad que más empleados ganó gracias a los desplazamientos de ocupados, con un saldo positivo de 15.165 (33.614 entradas frente a 18.449 salidas en el año 2015).
Además de Madrid, sólo Cataluña, Baleares, Canarias y Murcia recibieron más nuevos empleados de los que perdieron. Tras esta entrada de trabajadores, Madrid se quedó en 2015 con un total de 2,7 millones de asalariados, según Hacienda, lo que supone algo más del 16% del total de los asalariados españoles.
Además de Madrid, hubo otras cuatro comunidades que también registraron más entradas de trabajadores que salidas. Fueron Cataluña, que ganó 15.005 asalariados y perdió 10.298, Baleares (+2.390), Canarias (+586) y Murcia (+211). Melilla completa la lista de zonas que ganaron asalariados por movilidad laboral en 2015 al sumar 224. El resto de comunidades vieron cómo había más trabajadores que se marchaban por motivos laborales de los que entraban.
Emigrar por trabajo
Según los datos de Hacienda, el 0,66% de los asalariados españoles emigraron a otra comunidad por motivos de trabajo. En total, España ganó 510.000 asalariados entre 2014 y 2015, hasta totalizar 16,7 millones. De ellos, 14,7 millones permanecieron en la misma comunidad y otros 113.883 se cambiaron. Además, el mercado laboral registró 1,3 millones de bajas y 1,8 millones de altas.
Al tratarse de datos tributarios, no aparecen las cifras de País Vasco y Navarra, que son contabilizadas por sus propias Haciendas.
Aunque las salidas están más repartidas que las entradas, hubo dos comunidades que perdieron a más del 1% de sus asalariados, que se marcharon a otra autonomía en busca de mejores oportunidades. Es el caso de Castilla-La Mancha y Castilla y León.
La primera perdió a más de 14.000 de sus 662.000 asalariados, lo que significa que casi un 1,5% de sus trabajadores emigró el pasado año. Como entraron otros 7.600, el saldo fue de una pérdida de 3.792 trabajadores, según Hacienda. Castilla y León tuvo un saldo más negativo, al perder casi 5.000 trabajadores en 2015, tras registrar la marcha de 10.528 asalariados y atraer a sólo 5.624.
En términos absolutos fue Andalucía la que registró un saldo más negativo, ya que perdió casi 18.000 trabajadores y ganar menos de 11.000.