
El Banco de Francia ha revisado hoy a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía francesa, que según sus nuevos cálculos se expandirá un 1,3% tanto este año como el próximo, y un 1,4% en 2018.
Eso significa que el crecimiento será dos décimas inferior a lo estimado en junio por la entidad para cada uno de los tres ejercicios. El principal motivo son unas condiciones menos favorables para el comercio exterior francés, en particular por el impacto negativo del Brexit en 2017 y 2018.
Para este año, la corrección a la baja de las expectativas hasta el 1,3% -el Gobierno, que hasta noviembre esperaba un incremento del PIB del 1,5%, la ha disminuido también, pero al 1,4%- tiene que ver con una progresión de la actividad menor de lo anticipado en el segundo y tercer trimestres.
Menor demanda mundial
El BdF explicó en su informe semestral de proyecciones macroeconómicas que ha llevado a cabo revisiones "fuertes" en lo que respecta a las exportaciones y en las existencias de las empresas por una menor demanda mundial y por la pérdida de cuotas de mercado de Francia.
En 2017 y 2018, la proyección se revisó porque la demanda para las empresas francesas será también menos favorable de lo que se había estimado en junio, "sobre todo en razón del impacto del Brexit para la economía británica y de su difusión en las economías de la zona euro".
Además, el poder adquisitivo de las familias francesas se verá afectado por "un menor dinamismo" de sus ingresos de actividad y de propiedad en razón de un "menor vigor" económico.
La inversión de las empresas también se ha recortado "significativamente" (1,3 puntos porcentuales menos en 2017 y 0,9 puntos en 2018).
Inversión de las familias y demanda pública
Dos de los pocos elementos positivos son la inversión de las familias (corregida al alza a la vista de las perspectivas y los indicadores en el sector de la construcción) y la demanda pública para tener en cuenta las nuevas medidas sobre misiones prioritarias del Gobierno.
Pese a todo, el Banco de Francia espera que a partir de 2018 haya una ligera aceleración de la economía francesa, aunque a niveles igualmente limitados, con un incremento del 1,4% ese año y del 1,5% en 2019.