Economía

El Eurogrupo aboga por una política fiscal neutral frente al estímulo de 50.000 millones que defiende Bruselas

Los países de la eurozona dejaron claras hoy sus reservas ante la apuesta de Bruselas por poner en marcha un estímulo fiscal de hasta 50.000 millones adicionales, un esfuerzo que quiere que asuman los socios con mayor margen fiscal, como Alemania, mientras que otros como España reducen su déficit.

Los ministros de Economía y Finanzas de los países del euro debatieron por primera vez la propuesta de la Comisión Europea (CE) para impulsar una "posición fiscal positiva", en concreto, a través de un estímulo de hasta 50.000 millones de euros, el equivalente al 0,5% del PIB de la eurozona.

La idea es que los países con margen fiscal, es decir, Alemania, Holanda y Luxemburgo, lo utilicen para impulsar la inversión y estimular la demanda interna de modo que se potencie el crecimiento, mientras que aquellos con estrecheces fiscales, como España, deben seguir aplicando reformas para atajar la situación.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, aseguró que los países están de acuerdo en que "algunos miembros puedan, si así lo deciden, utilizar su situación presupuestaria favorable para impulsar su demanda interna", pero insistió en que la eurozona está en un "momento de transición".

"Tenemos que encontrar un equilibrio entre el apoyo a la economía y la sostenibilidad de las finanzas públicas", recalcó no obstante el también ministro de Finanzas de Holanda.

Los ministros de la eurozona respaldan en una declaración la idea de que "los presupuestos podrían centrarse más en la inversión y otras categorías de gastos e ingresos que aumenten el potencial de crecimiento económico", pero advierten de que son partidarios de una "posición fiscal neutra", no positiva.

Ante esta respuesta, uno de los impulsores de la propuesta, el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, reconoció que "siempre es decepcionante cuando no hay un acuerdo sobre tu planteamiento", aunque no obstante aseguró estar contento de ver que el razonamiento en sí "está progresando".

Moscovici defendió que, tras la crisis, "estamos saliendo de la austeridad y moviéndonos hacia políticas de apoyo al crecimiento", y dijo que el objetivo de la Comisión no es en ningún caso "poner una cifra" a los estímulos necesarios, pese a que su propuesta contenía la citada referencia a los 50.000 millones.

Inquieta la situación de ocho países

Mientras la Comisión se afana por tratar de empujar a los países con margen fiscal a invertir más -una opción que no puede imponerles-, también mantiene su vigilancia sobre los países que aún deben cumplir con los límites europeos de déficit.

En concreto, inquieta la situación de ocho países que, según las estimaciones de Bruselas, se desviarán de sus objetivos fiscales: España, Portugal, Bélgica, Italia, Chipre, Lituania, Eslovenia y Finlandia.

En este contexto, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, presentó a sus colegas las bases de los futuros Presupuestos Generales del Estado de 2017, después de que el viernes pasado el Gobierno aprobase el techo de gasto y los objetivos de déficit para el año próximo.

Moscovici, consideró que las medidas "van en la buena dirección" e indicó que Bruselas "está esperando para el proyecto presupuestario definitivo", un plan que el Eurogrupo espera "tan pronto como sea posible", según la declaración acordada por los Diecinueve.

De Guindos aseguró que las medidas permitirán cumplir el año que viene con el ajuste estructural del 0,5% del PIB comprometido y alcanzar el objetivo de déficit del 3,1% del PIB.

Los presupuestos se asentarán sobre un gasto igual al efectuado en este ejercicio y sobre un aumento de la recaudación derivada tanto con el propio crecimiento económico, como con ajustes tributarios de 7.000 millones de euros.

En las conversaciones de los ministros se ha colado la situación de Italia, después de que el primer ministro Matteo Renzi haya anunciado su intención de dimitir como respuesta a la victoria del "no" en el referéndum, lo que ha obligado al ministro italiano de Finanzas, Pier Carlo Padoan, a anular su participación en el Eurogrupo.

Los socios del euro han mostrado hoy su intención de dar más margen a Italia para que presente las medidas adicionales que le exige Bruselas para corregir el desvío presupuestario que, prevé, registrará el país en 2017, a la espera de que se forme un gobierno nuevo o se convoquen elecciones.

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