
Los copresidentes del Consejo Empresarial España-Rusia, José Lladó, presidente de Técnicas Reunidas, y Leonid Mikhelson, presidente de la empresa gasista rusa Novatek, se han reunido por primera vez desde su designación, en un encuentro que marca un punto de inflexión en la actividad de este comité bilateral. La primera reunión del Consejo tendrá lugar en los primeros meses de 2017.
La reunión, celebrada en la Cámara de Comercio de España el pasado viernes, contó con la participación de Alexander Novak, ministro de Energía de la Federación Rusa; María Luisa Poncela, secretaria de Estado de Comercio; Inmaculada Riera, directora general de la Cámara de España, y Eduardo Montes, miembro del Comité Ejecutivo de CEOE.
La secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, destacó que las buenas relaciones económicas y comerciales existentes entre ambos países tienen capacidad de mejora y señaló que sectores como la industria, la energía, transporte, cosmos y turismo son estratégicos para ambos países.
En el mismo sentido, el ministro de Energía de la Federación Rusa, Alexander Novak, puso de manifiesto que las relaciones entre ambos países no han alcanzado todo su potencial y mostró su deseo de que tanto las inversiones españolas en Rusia como los intercambios comerciales recíprocos se incrementen en el medio plazo.
La directora general de la Cámara de España, Inmaculada Riera, subrayó que Rusia es un mercado estratégico para las empresas españolas y, por tanto, también para la Cámara de Comercio de España. Por ese motivo, se trabaja para poner en marcha un Consejo Empresarial hispano-ruso más fuerte y renovado, como lo demuestra el relevante perfil de sus nuevos copresidentes.
"Queremos hacer del Consejo Empresarial un instrumento apropiado no solo para las grandes empresas con intereses en el mercado ruso, sino también para las pequeñas y medianas", añadió Inmaculada Riera. "Creemos que son éstas las que pueden aprovechar mejor la capacidad de interlocución que ofrecerá un Consejo Empresarial que orientaremos y conformaremos de manera flexible y abierta, de manera que pueda llegar al mayor número de empresas de diversos tamaños y sectores de actividad".
José Lladó, presidente de Técnicas Reunidas y de la sección española del Consejo Empresarial España-Rusia, ha mostrado su convencimiento en las posibilidades de intensificar la cooperación entre las empresas de ambos países. "Es el momento de dar un importante salto cualitativo y cuantitativo en las relaciones económico-empresariales y este Consejo Empresarial refleja esa voluntad", aseguró.
Por su parte, el presidente de Novatek y de la sección rusa del Consejo, Leonid Mikhelson, afirmó que España es un socio de confianza que despierta un vivo interés en los círculos empresariales rusos. El relanzamiento del Consejo Empresarial debe servir para "abrir nuevas vías de acercamiento entre las empresas de España y Rusia y ayudar a cumplir la aspiración de incrementar las relaciones económicas y comerciales y las inversiones entre ambos países".
Eduardo Montes, miembro del Comité Ejecutivo de CEOE, ha subrayado la complementariedad económica entre ambos países y la oportunidad de fomentar una mayor relación entre las empresas españolas y rusas para desarrollar proyectos conjuntos.
Consejo Empresarial España-Rusia
La Cámara de Comercio de España y su homóloga en la Federación Rusa crearon este Consejo Empresarial en el año 1992, que fue reactivado en abril del pasado año tras la firma de un nuevo convenio entre el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, y el presidente de la Cámara de Comercio de la Federación Rusa, Sergei Katyrin. El Consejo cuenta también con la colaboración de CEOE, ICEX-España Exportación e Inversiones y la Secretaría de Estado de Comercio.
Las relaciones comerciales están marcadas en la actualidad por las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia en el año 2014, a raíz de las cuales el Gobierno de Vladimir Putin prohibió las importaciones de productos agroalimentarios de la UE. El resultado ha sido una caída de las exportaciones españolas de automóviles, máquinas y aparatos mecánicos y productos cerámicos. Solo el sector textil resiste las sanciones. Las importaciones españolas también se han visto afectadas, con una caída del 44 % por el descenso en la compra de combustibles.