Economía

California, con un déficit de 15.000 millones, necesita el crédito del Tesoro que nunca

Sellos con la imagen del actual gobernador del Estado de California. Foto: Archivo

En el restaurante Le Pain Quotidien de Brentwood se puede ver a menudo jugando al ajedrez el sábado por la mañana a Arnold Schwarzenegger con sus amigos, pero este fin de semana el gobernador no apareció. Y es que Schwarzenegger estaba colgado del teléfono con Washington, haciendo cola como los demás peticionarios -bancos, entidades públicas y Estados-, con la esperanza de obtener un préstamo de emergencia.

En estos momentos al menos, el Estado de California , con 35 millones de habitantes y 1.800 millones de dólares (1.300 millones de euros) de Producto Interior Bruto (PIB), no es capaz de saldar sus cuentas ni de hacer que le presten dinero, a cualquier tipo de interés. Ahora mismo, California necesita unos 7.000 millones de dólares (5.100 millones de euros) para colmar la diferencia entre los gastos corrientes y los ingresos fiscales que afluirán a las arcas estatales no antes de abril de 2009.

Normalmente, California no tiene problemas para vender al público las revenue anticipation notes, instrumentos del mercado monetario utilizados para colmar la diferencia temporal entre entradas y salidas. Pero la grave crisis financiera nacional, que empeoró en los últimos 10 días, ha dejado a California literalmente fuera del mercado del crédito.

A nivel de Luisiana

Por si fuese poco, este año el Estado recibió sólo un A+ de la calificadora internacional Standard & Poor's y un A1 de Moody's. Es la votación más baja entre todos los Estados americanos, excepto Lusiana, a causa de la gravedad de la crisis de las hipotecas subprime y de las condiciones en las que están sus finanzas, un agujero de 15.000 millones de dólares (10.980 millones de euros) en su balance presupuestario.

Ni siquiera los músculos de Schwarzenegger han conseguido convencer a las instituciones financieras para que le presten dinero a esta potencia económica que está de rodillas. A la inmensa California y a su amenazante gobernador sólo le queda pedir limosna.

Frente a un plan de rescate del sistema financiero americano del orden de los 700.000 millones de dólares, los 7.000 millones de dólares solicitados por Schwarzy parecen migajas. Pero una intervención de 7.000 millones de dólares -200 dólares (146 euros) por habitante, seis veces la actual necesidad de caja del Estado de Nueva York- se convertiría en el mayor salvamento de la historia de un ente público americano.

Por ahora, el récord lo detenta el Ayuntamiento de Nueva York que, en 1975, al borde de la quiebra, consiguió una línea de crédito de 25.000 millones de dólares del Gobierno federal.

El negocio californiano se apaga

Mientras tanto, los signos de la crisis son cada vez más palpables, incluso a simple vista. Los negocios de Rodeo Drive están semidesiertos. Los restaurantes donde habitualmente acuden a comer Tom Hanks y Steven Spielberg también están medio vacíos. Van las estrellas, pero faltan los curiosos, que acudían antes con la esperanza de sentarse al lado de alguna de ellas.

El volumen de negocio de los restaurantes de Los Ángeles, según un sondeo, bajó un 30% respecto al 2007. También bajó la afluencia a los terrenos deportivos y a los salones de belleza. Disminuyen las operaciones de cirugía estética o las inyecciones de botox y, en definitiva, los californianos están recortando todos los gastos que no sean estrictamente necesarios. Y muchos se están preparando incluso para afrontar los gastos necesarios, porque el futuro no se presenta de color de rosa.

Según explica el tesorero del Estado, Bill Lockyer, si estos 7.000 millones no llegan antes del día 29 de octubre, el Estado suspenderá los pagos de los salarios de los profesores, de las fuerzas del orden, de los enfermeros de los hospitales públicos y de todos los empleados estatales.

La economía californiana está ya sufriendo más que la de cualquier otro Estado -excepto Florida- por la crisis de las hipotecas basura. Sólo en el mes de agosto, 33.000 californianos perdieron su casa y otros 101.000 recibieron el aviso de embargo. En California está Stockton, la ciudad con la mayor tasa de embargos de la nación, una casa de cada cincuenta. En Los Ángeles, el precio de las viviendas bajó un 25,3% durante el último año; en San Diego, el 24,2% y en San Francisco, el 23,7%. Sólo en otros tres grandes centros metropolitanos -Miami, Phoenix y Las Vegas- está siendo tan aguda la crisis inmobiliaria.

Leña política

Y muy ligadas a la economía, las diatribas políticas también han aportado su parte de leña al futuro de la economía californiana. Frente a un alarmante déficit de 15.000 millones de dólares (10.890 millones de euros), este verano republicanos y demócratas se enrocaron testarudamente en sus respectivas posiciones.

Los republicanos diciendo categóricamente "no" a cualquier aumento de impuestos y los demócratas oponiéndose al recorte de algunos servicios sociales; cuya consecuencia fue aprobar el presupuesto 2008-2009 el pasado septiembre, con 85 días de retraso.

La fortuna de California ha cambiado como una veleta, si se tiene en cuenta que hace sólo 8 años el Estado gozaba de un superávit presupuestario de 12.000 millones de dólares (8.764 millones de euros). "En vez de guardarlo en un fondo de emergencia -dice el experto Dan Walters-, republicanos y demócratas lo malgastaron en una orgía de gastos y de recortes de impuestos, en las decisiones políticas más irresponsables de la historia".

En 2003, los californianos decidieron revocar al gobernador demócrata Gray Davis, por su orgía de gastos, sustituyéndolo por Schwarzenegger. Pues bien, ni siquiera él consigue imponerse a la Administración.

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