
Europa se ha convertido en punto de referencia imprescindible en el arranque del nuevo Gobierno, que ultima a contrarreloj unos nuevos presupuestos para 2017 que pasen por el aro de la Comisión Europea.
La finalización de estos presupuestos formará parte de las conversaciones que mantendrá el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cuando visite nuestro país este jueves.
El luxemburgués, que fue presidente del Eurogrupo durante dos décadas, se reunirá con el Rey Felipe VI por la mañana. Por la tarde se encontrará con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a continuación con la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor.
Más allá de recordar el esfuerzo fiscal que tiene que realizar España en las nuevas cuentas para 2017 (algo más de 5.000 millones de euros) Juncker no tiene intención de entrar en detalles de política fiscal o económica del nuevo Ejecutivo.
"Esto es un tema que se lo dejamos al comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici", comentaron altas fuentes comunitarias a elEconomista. El veterano político europeo jugó un papel clave en el perdón de la multa a España el pasado verano, y en evitar la suspensión de parte de sus fondos europeos este mes.
Más inversión
La Comisión también quiere provocar una mayor participación de España en el plan de inversión lanzado el pasado año, el llamado plan Juncker. "España ha hecho bastante, pero se puede hacer más", comentaron personas cercanas al presidente. El paquete espera movilizar al menos 315.000 millones de euros usando un sistema de garantías respaldado por fondos europeos. En un primer momento, las otras grandes economías europeas (Italia, Francia, Alemania y Reino Unido), sacaron más partido al plan. Pero según fuentes del BEI, la presentación de proyectos desde España se ha acelerado en los últimos meses, lo que ayudará a que nuestro país recorte el terreno perdido inicialmente.
Juncker también espera discutir con Rajoy el tema de las interconexiones energéticas. El líder del PP convenció a sus socios europeos para aumentar el objetivo de las interconexiones energéticas en la UE. Para certificar esta alianza y terminar con el aislamiento energético peninsular, Rajoy acogió una cumbre con el entonces primer ministro portugués, Pedro Pasos Coelho, el presidente francés, Francois Hollande, y el propio Juncker en marzo de 2015.
Sin embargo, las mismas fuentes comunitarias descartaron que vaya a tratar durante la visita el espinoso tema de Cataluña. Resolver la cuestión catalana se ha convertido en una de las prioridades del nuevo Ejecutivo del PP. Para el Gobierno catalán, el objetivo es conseguir la independencia sin abandonar la UE. Sin embargo, desde la Comisión y otras capitales europeas el portazo siempre ha sido claro y el mensaje rotundo: Cataluña se tendría que poner a la fila en un proceso de adhesión de final incierto.
Juncker estaba esperando a la formación de Gobierno para realizar la visita, la tercera desde que está al frente de la Comisión.
Según cuentan desde su equipo, llega también como un gesto de agradecimiento hacia Rajoy por los guiños proeuropeos que ha lanzado con los nombramientos. En un momento de críticas contra Bruselas y progreso de fuerzas antieuropeas, Juncker aprecia la llegada de Alfonso Dastis, ministro de Exteriores, tras haber sido el embajador español ante la UE.