
Desde el año 2011 la UE trata de implantar un sistema de fronteras inteligentes "smart borders" basado en un Registro de Viajeros y un Sistema de Entrada/Salida que, sin embargo, por razones técnicas, no ha sido aun aprobado.
Una encuesta de junio de 2016 del Eurobarómetro, señalaba que el 71% de los encuestados quería una actuación más efectiva de la UE en fronteras y un 82%, en materia antiterrorista.
En este marco, la Comisión Europea presentó el pasado 16 de noviembre una propuesta legislativa para el establecimiento de un Sistema Europeo de información y autorización de viajes (ETIAS) que ha tenido bastante repercusión mediática.
El ETIAS, aplicable únicamente a los nacionales de países exentos de visado, no es un visado. Se trata de un sistema automatizado de autorización de viaje previa a la entrada en Schengen.
Similar a EEUU, Australia y Canadá
Este tipo de sistema automatizado de autorización de viaje previa ya está implantado en otros países como Estados Unidos (ESTA), Australia (ETA) o Canadá (ETA) y en ninguno caso es considerado un visado. No olvidemos que visado se define como una autorización de un Estado extendida sobre un pasaporte, título de viaje u otro documento admitido como válido a los efectos de la circulación.
En resumen, este sistema implica la obligación de obtener una autorización de entrada previa al viaje pero no irá estampada en el pasaporte o documento de viaje ni será expedida por las autoridades consulares o de frontera de un Estado.
La solicitud se formularía vía internet, completando un formulario que requiere ser titular de un título de viaje válido y en la mayoría de los casos se resolverá en unos minutos (siempre que no se planteen problemas de seguridad), recibiéndose vía correo electrónico. La autorización sería válida para múltiples viajes y tendrá un coste de 5 euros para los mayores de 18 años, encontrándose los menores exentos de dicha tasa.
¿Cómo decidiría el sistema si se autoriza o deniega la entrada? El sistema cruzaría los datos de distintas plataformas europeas, internacionales y nacionales para comprobar si el solicitante en cuestión puede representar un riesgo migratorio, para la seguridad o la salud pública. Y en caso de no representar riesgo, la autorización será concedida.
Es importante subrayar que la titularidad de la autorización previa de viaje no garantiza en ningún modo el derecho a atravesar la frontera exterior. La decisión sobre la autorización o denegación de entrada, corresponde a los responsables de los controles fronterizos exteriores según el Código de fronteras Schengen.
En definitiva, afirmar que el 16 de noviembre la Comisión aprobó un visado de 5 euros para los nacionales extracomunitarios que no requerían visado para entrar a Schengen, es inexacto, induce a error y no coincide con el contenido ni el espíritu de una propuesta que aún tiene un largo proceso legislativo por delante.