
La reunión bienal de los jefes de Estado y de Gobierno que forman la Organización de Estados Americanos (OEA) arranca hoy en Cartagena de Indias (Colombia) con algunas ausencias notables.
La agenda nacional ha impedido a 10 de los 22 presidentes acudir a esta cita. En el caso de España, es el rey, Felipe IV, quien representará al país ante la ausencia de Mariano Rajoy. Es la segunda vez en la historia de estos encuentros en los que no participará el jefe del Ejecutivo español.
En 2010, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero declinó la invitación para aprobar en casa un paquete de medidas económicas urgentes. Este año, Rajoy tampoco confirmó su asistencia ya que este sábado será investido previsiblemente presidente del Gobierno. Después se requiere la presencia del Rey, que firmará el decreto para que el cargo se oficialice. No obstante, Felipe IV retrasará este acto hasta el domingo, cuando está previsto que ya esté de regreso en Madrid.
Otras ausencias destacadas este año son la del presidente de Brasil, Michel Temer, o el de Cuba, Raúl Castro, quienes estarán representados por sus ministros de Relaciones Exteriores. Tampoco acudirá el presidente de Argentina, Mauricio Macri, que en su lugar ha enviado a la vicepresidenta, Gabriela Michetti.
El encuentro que propulsó España en 1991 se celebra cada dos años para debatir soluciones a los problemas que tienen en común los países de la región y este año el lema elegido es Juventud, Emprendimiento y Educación. Así, en los más de veinticinco años que llevan en pie estas cumbres se acordaron proyectos como la creación del Fondo iberoamericano para el desarrollo de los pueblos indígenas, la apertura de la Secretaría de Cooperación Iberoamericana, con sede en Madrid o se unir esfuerzos contra el terrorismo, en especial tras los atentados del 11-S en Estados Unidos.
Este año la cita se celebra en Cartagena de Indias, debido a que desde 2014 Colombia ocupa la Secretaría Pro Témpore de la Cumbre. No obstante, es reseñable que hace apenas un mes que se firmaron los acuerdos de paz entre el Gobierno nacional y las FARC -con gran respaldo internacional, pese al rechazo interno en referéndum- y el presidente, Juan Manuel Santos, recibió el Premio Nobel de la Paz.
Las cumbres han supuesto además apoyo y rechazo a determinadas políticas dentro de la región. En este sentido, más que por las propuestas en sí, muchas cumbres han marcado la agenda de los medios por las controversias que han generado. Una de las más polémicas fue la del año 2007, en la cumbre de Santiago de Chile cuando el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó a su entonces homólogo español, José María Aznar, de haber apoyado el golpe de Estado de 2002.