
El sistema de pensiones español se encuentra entre los menos sostenibles del mundo, según cálculos de Allianz, que sitúan a España en el puesto 45 de 54 de países analizados.Y las cifras de la Seguridad Social invitan poco a ser optimistas.
En concreto, el déficit del organismo público encargado de pagar las pensiones, ascenderá este año a 16.000 millones de euros, según las últimas estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Es el agujero más abultado de su historia, ya que el de los años anteriores se situó entre los 10.000 y los 12.000 millones. ¿A qué se debe ese enorme desfase? Fácil: la AIReF recuerda que las cotizaciones sociales, encargadas de nutrir de recursos al sistema, siguen creciendo por debajo del PIB pese a la fuerte recuperación del mercado laboral.
Según los datos del Ministerio de Empleo, los ingresos por cotizaciones han crecido hasta agosto el 3,07%, mientras la economía avanza a un ritmo interanual del 3,2%. La diferencia parece estrecha, sí, pero la Seguridad Social ya partía a principios de año con un desfase equivalente a 12.000 millones. De esa manera, y para ir cerrando la brecha poco a poco, las cotizaciones deberían crecer a un ritmo muy superior al actual.
El resto de elementos tampoco conceden un respiro. El gasto mensual en pensiones supera de largo los 8.500 millones y registra incrementos de más del 3%. Y el número de pensionistas ha sobrepasado este mismo año los 10 millones, entre las personas jubiladas y los que cobran prestaciones por viudedad, incapacidad, orfandad u otras.
AIReF, de hecho, lleva advirtiendo de que el desvío de 16.000 millones es latente, esto es, solo se resolverá a través de reformas serias de la financiación del sistema. Hasta el momento, la única idea que se ha puesto sobre la mesa, sugerida por el PSOE, ha sido la de sufragar las pensiones de orfandad y viudedad a través de los impuestos y no del sistema de la Seguridad Social. Hoy por hoy estas dos partidas copan algo más del 15,36% del gasto total en pensiones, con 19.000 millones sobre el total de 123.646 millones. Una cifra algo superior a del déficit del Sistema.
¿Se solucionaría el problema? Sí para el sistema, por ahora, y sí para las empresas, que verían como no se les exige más dinero por las cotizaciones para paliar desvíos. Ahora bien, sería el ciudadano quien, a través de un nuevo impuesto o de alguno ya existente, quien notara una mayor presión fiscal para hacer del pago de las pensiones una operación sostenible.