
El intenso fin de semana en Ferraz, que se cobró la destitución del ya ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, supone un movimiento a favor contra el desbloqueo político de España, según las primeras reacciones internacionales. Al fin y al cabo, como ya señaló en un editorial el semanario The Economist, Sánchez ha sido "el responsable" de que nuestro país no haya logrado formar un gobierno tras dos elecciones presidenciales.
Según señalaba ayer el Financial Times, la crítica situación del Partido Socialista Obrero Español debería beneficiar al Partido Popular y a Mariano Rajoy, quien lleva meses para formar un Gobierno en minoría. "Debilitado y sin líder, el PSOE deberá permitir que PP gobierne de nuevo o enfrentar unas nuevas elecciones en el estado actual".
Una posición mermada por la revuelta interna del partido que, a ojos de la cabecera financiera, podría incitar al PP a llevar a cabo unas nuevas elecciones presidenciales si el partido considerase que podría beneficiarse en las urnas del "caos" que enfrentan los socialistas.
Unas terceras elecciones pueden convertirse en un botón que "autodestruirá" a los socialistas, según señaló en un informe a sus clientes Antonio Barroso, analista político en Teneo Intelligence. "Dado que los españoles tienden a castigar a los partidos divididos en las urnas, convocar nuevas elecciones equivaldría a una autodestrucción del partido". Desde su punto de vista, la salida de Sánchez pone sobre la mesa la abstención del PSOE, que permitiría un gobierno en minoría del PP y daría pie a los socialistas para curar sus heridas y cerrar divisiones.
Sin embargo, The Wall Street Journal reconoce que el PSOE podría condicionar su abstención a una dimisión de Rajoy como presidente frente a un candidato conservador "más apetecible". Aún así, la disciplina interna del PP y su firme apoyo al actual presidente en funciones del Gobierno podría hacer que las posibles demandas de los socialista sean ignoradas, dando paso a unas elecciones en diciembre.
Una situación que debería evitarse a toda costa si no se quiere generar tensiones entre los inversores extranjeros. El propio ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, advertía hace poco más de una semana durante una visita a Nueva York que este hecho "sería absolutamente asombroso e incomprensible" para los mercados internacionales. Además incidió que la propia sociedad española "penalizará a quien perciba que quiere unas terceras elecciones".
Precisamente ayer el presidente de Freixenet y de la Cámara de Comercio de España, Jose Luis Bonet, apuntó que nuestro país necesita "un gobierno estable" y advirtió que la inversión "ya se está resintiendo" por no tenerlo, lo que podría lastrar la actividad económica.
Coincidiendo con estas declaraciones, Bloomberg publicó ayer una encuesta entre expertos económicos donde se aseguró que probablemente la economía española creció a su menor nivel en dos años en el último trimestre. "Mientras España ha conseguido reducir el impacto de la incertidumbre política hasta la fecha tras un bloqueo de 9 meses, a lo que habría que sumar la debilidad que experimenta la economía global, su actividad económica podría estar perdiendo momento a medida que la lista de tareas para el próximo Gobierno sigue creciendo".
Confianza del mercado
La intercesión del Banco Central Europeo y su programa de flexibilidad monetaria ha conseguido reducir sensiblemente el rendimiento del bono español a 10 años que el pasado viernes cerraba en el 0,88%. La prima de riesgo, el diferencial con el bund alemán, se situó en los 102. Niveles que garantizan la confianza del mercado en la economía española y que han rebajado los costes de financiación del Gobierno. Sin sobresaltos importantes en el horizonte, estos niveles siguen siendo cómodos.
Aún así, los retos para el próximo Gobierno de España aumentan y nuestro país debe seguir ahondando en las reformas para garantizar que el PIB mantiene su velocidad de crucero. De Guindos ya adelantó que este año creceremos más de un 3%, mientras el Fondo Monetario Internacional sugirió que cuando el martes publique sus Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) las proyecciones sobre la economía española serán revisadas al alza.
"El PIB real en el segundo trimestre fue más fuerte de lo esperado y esto quedará reflejado en las proyecciones revisadas que se presentarán en la reunión anual", señaló recientemente el portavoz de Fondo, Gerry Rice, quien consideró que la institución no percibe que el bloque político esté dañando a la actividad económica del país.
Recordemos que en sus últimas previsiones, de julio, el FMI estimó que el crecimiento del PIB sería del 2,6% este año. La organización capitaneada por Christine Lagarde ya retrasó el pasado abril su informe anual sobre la economía española a la espera de que nuestro país logre crear un Gobierno definitivo.