
Pertenece a la tercera generación de una familia que lleva casi un siglo dedicada al comercio textil y desde 1980 está al frente del negocio familiar. Fue durante ocho años presidente de la Asociación Empresarial de Comercio Textil (Acotex). En 2002 fundó -junto a otros empresarios- la Confederación de Comercio de Madrid (Cocem), organización que presidió hasta 2014.
Precisamente, en marzo de 2014 se presentó a las elecciones para presidir la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (Ceim) y las perdió frente a Arturo Fernández. En 2015 nació el proyecto que dirige en la actualidad, Madrid Foro Empresarial.
¿Por qué decidió crear Madrid Foro Empresarial?
Porque es una necesidad empresarial. Los empresarios necesitamos un espacio de diálogo independiente, tanto política como económicamente, para buscar soluciones positivas a los problemas que tenemos en la Comunidad de Madrid y así conseguir que la región avance y evolucione.
¿Era necesaria esta organización existiendo la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (Ceim)?
Evidentemente. Los empresarios de Madrid no teníamos un espacio completamente independiente para plantear soluciones a los problemas de la Comunidad de Madrid. Es necesario un espacio como Madrid Foro Empresarial en el que todos los socios puedan participar, opinar y proponer sin importar la dimensión de su empresa.
¿Qué le diferencia de Ceim?
Muchísimos aspectos. Nosotros mantenemos la organización con las cuotas de socios, sin aceptar subvenciones; las empresas del presidente de nuestra organización no pueden hacer negocio con las Administraciones; los miembros de nuestro comité ejecutivo no pueden estar imputados ni investigados. En Madrid Foro Empresarial estamos exclusivamente para trabajar por los empresarios de Madrid y, además, nos divertimos.
¿Existe la corrupción empresarial? De ser así, ¿cómo se combate?
Tristemente sí, son casos aislados pero muy sonados mediáticamente. Precisamente uno de los objetivos de Madrid Foro Empresarial es dignificar la figura del empresario, ya que la mayoría de nosotros cumplimos con nuestras obligaciones para con la sociedad, pero eso no es lo que los ciudadanos perciben por las malas prácticas de algunos empresarios.
¿Qué opina de la reforma laboral?
Reforma laboral es un concepto indeterminado. Generalmente se entiende que es un cambio normativo que arregla nuestro mercado de trabajo: cambio la ley y soluciono nuestros problemas de empleo. Claro, generalmente se entiende que tales cambios legislativos conllevan menos obligaciones para el empresario y más desprotección para el trabajador. Es todo un argumento falaz. La contratación temporal excesiva que hay en nuestro país, una parte de ella necesaria porque no se puede olvidar que tenemos muchas actividades estacionales, o con incrementos estacionales; y otra (bastante elevada) injustificada y fraudulenta, no se arregla prohibiendo la contratación temporal, que es lo que ahora predican.
Tampoco la reluctancia que hay hacia la contratación indefinida se combate reduciendo el coste del despido, como quieren algunos políticos y algunos empresarios. Ya se ha visto, la reforma laboral de 2012 redujo el coste del despido de 45 a 33 días por año trabajado y la consecuencia ha sido que la contratación indefinida no aumenta, pero sí que se está incrementando la contratación temporal. Algo no funciona.
¿Qué propone al respecto?
Nosotros en Madrid Foro Empresarial consideramos que los problemas del mercado de trabajo no se resuelven dictando normas en el Parlamento. Se resuelve permitiendo que los protagonistas, los actores en el mercado laboral -trabajadores y empresarios- a través de sus agentes -sindicatos y asociaciones empresariales-, sean los que para cada sector y para cada ámbito determinen las reglas del juego en las que se combine estabilidad en el empleo con medidas de adaptabilidad ante situaciones adversas. En definitiva, creemos en una negociación colectiva cercana a los empresarios y trabajadores afectados.
Para ello, desde Madrid Foro Empresarial reivindicamos unos interlocutores sociales fiables que velen por las necesidades de sus representados, y no por su propia subsistencia y sus propios intereses. Con los mimbres que hoy contiene la ley vigente se puede llevar a cabo. Nosotros hemos propuesto que se arranque un proceso nuevo de negociación de regulación de la interlocución social, autónomo y vinculante, que identifique cuándo los interlocutores son fiables y que sea de aplicación a todas las unidades de negociación que serán las que encaminen las dificultades de nuestro mercado laboral. Dejaremos así fuera del proceso a los políticos y sus mal llamadas reformas laborales. Ya hemos visto los resultados.
¿Cree usted que iremos a unas terceras elecciones?
Eso pondría de manifiesto la mediocridad de la clase política. Somos un país con grandes problemas y políticos pequeños.
¿Afecta la inestabilidad política al mundo empresarial?
Por supuesto, afecta a todo el país, pero especialmente a los proyectos que vienen de fuera de España.