Economía

El FMI vuelve a auditar a Argentina diez años después

La Casa Rosada se prepara para recibir en el mes de septiembre a los técnicos del Fondo Monetario Internacional. El organismo vuelve a auditar las cuentas públicas después de diez años sin haberse sometido al país a dicha prueba o, al menos, sin haber publicado sus resultados. El Gobierno pretende con este paso normalizar las relaciones con el fondo y allanar el camino hacia posibles créditos internacionales futuros.

La agenda durante los 12 días de examen -desde el 19 hasta el 30 de septiembre- incluye entrevistas con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, así como con representantes del sector privado.

Además, se espera que realicen un análisis de las cuentas públicas y de sus proyecciones, así como de las consecuencias que han tenido las últimas medidas para la economía argentina. Con todo ello, la institución monetaria emitirá su informe.

Las relaciones entre ambas partes son tirantes desde el 2001, el año del corralito, cuando el FMI inyectó un alto montante para sacar al país de la suspensión de pagos. Dos años después, llegó al poder Néstor Kirchner, quien acusó al fondo de haber ahogado a la economía con las contraprestaciones exigidas por el préstamo.

Para evitar esta dependencia, en 2006, el Ejecutivo canceló la deuda con un pago de 9.580 millones de dólares (si bien siguió debiendo parte de la factura al Club de París y a los fondos buitre) y, aunque siguió publicando sus estadísticas, puso fin a las auditorías. En 2013, el FMI sancionó a Argentina por la mala calidad de sus cifras. Y, desde entonces, sus contactos han sido prácticamente nulos.

El cambio de timón en el Gobierno -Mauricio Macri asume la presidencia en diciembre de 2015- trajo consigo, entre otros cambios, el pago de 400 millones de dólares en concepto de cuota como integrante del FMI. También decretó la "emergencia estadística".

Tras seis meses sin cifras, en el mes de mayo, el Indec volvió a publicar el índice de precios. Según las nuevas reglas del juego, la inflación entonces fue del 4,2%, del 3,1 en junio y del 2% en julio. No obstante, el Ejecutivo aún no ha hecho pública la estimación anual y, lo más importante, la muestra sólo recoge los escaparates de Buenos Aires.

El resto del apagón acabó la semana pasada con la publicación del dato del paro y del PIB. En cálculos de la nueva gestión, en el primer semestre la actividad cayó un 1,3% mientras que el desempleo se sitúa en el 9,3%.

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