Economía

La inestabilidad política frena la contratación de las empresas privadas

  • La creación de empleo se resiente en regiones como Madrid y sectores como el sanitario
  • El riesgo de impago baja, pero más lentamente, si bien la creación de negocios se mantiene
Imagen: Archivo.

A finales de junio, el Banco de España alertaba de que la economía española comenzaba a presentar algunos síntomas de desaceleración. Una sensación que los resultados de El Ecobarómetro de elEconomista e Informa D&B confirman.

La salud empresarial ha seguido fortaleciéndose, pero el inmovilismo político y la posibilidad de que España se encamine hacia unas terceras elecciones si Mariano Rajoy no encuentra apoyos para formar Gobierno, están provocando que los empresarios sean más cautos.

Con la reforma del mercado laboral del PP en juego (todos los partidos quieren modificarla y éste acepta tocar algunos puntos) y ante la posibilidad de que la etapa de desgobierno en España se prolongue, en algunas comunidades autónomas, como Madrid, y en determinados sectores, como sanidad, la generación de empleo neto; es decir, el ritmo al que las empresas incrementan su nómina de trabajadores, se modera respecto al primer trimestre.

La desaceleración es suave, pero supone un cambio significativo respecto a las conclusiones del Ecobarómetro del primer trimestre, cuando todas las autonomías y sectores empresariales aumentaron sus plantillas a un ritmo más elevado que en los últimos tres meses de 2015.

La prudencia de los empresarios también ha quedado reflejada en los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). El segundo trimestre del año es, tradicionalmente, el más fuerte en creación de empleo, algo que se repite en 2016. Sin embargo, la mejora de la ocupación respecto a los tres primeros meses del ejercicio, de un 0,29 por ciento, es menor a la registrada tanto en el mismo periodo de 2015 como de 2014. Según el INE, con datos desestacionalizados, ha sido el menor incremento intertrimestral desde el arranque de 2014.

Moderación

No obstante, este parón parece fácilmente recuperable, porque es insuficiente para que todavía ponga en riesgo la reactivación económica y sólo ha moderado, pero no parado, el crecimiento del tejido empresarial. Más bien podría entenderse como un aviso de los empresarios para que los políticos busquen soluciones y alcancen pactos para que el país deje atrás la etapa de inestabilidad y falta de visibilidad en las que está sumido.

Porque a pesar de la pérdida de dinamismo entre el primer y el segundo trimestre, entre marzo y junio, las empresas de todas las comunidades autónomas, sin excepción, incrementaron sus plantillas en mayor medida que en el cuarto trimestre de 2015.

De acuerdo con datos de Informa, este incremento medio fue de un 4,75 por ciento, frente al 2,87 por ciento registrado entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre. Entre el 1 de enero y el 31 de marzo la creación neta de empleo había crecido un 5,19 por ciento.

Las posibilidades, intactas

Estos primeros síntomas de desaceleración también se traslada a otro de los dos indicadores que analiza el Ecobarómetro, como es la capacidad de pago, que mejora de manera menos significativa que durante el primer trimestre (0,25 puntos, frente a los 0,99 puntos del periodo enero-marzo). Sin embargo, la puesta en marcha de nuevos negocios se mantiene fuerte, con diferencias entre comunidades autónomas, pero que es algo habitual.

Mientras que no se interrumpa la expansión del tejido empresarial, las posibilidades de que la economía vuelva a acelerar la creación de empleo están intactas; algo que es necesario, ya que la tasa de paro todavía se encuentra en el nivel del 20 por ciento.

"Podemos ver que las comunidades más dinámicas son Cataluña, Madrid y Andalucía, y que se registran mejoras ligeras en Castilla y León y en Melilla", señala José Antonio Teijelo, director de desarrollo corporativo y relaciones internacionales de Informa.

Por sectores, los que lideran la clasificación del Ecobarómetro son sanidad, comunicaciones y servicios empresariales. Es el mismo ranking que en el primer trimestre y, al igual que en las autonomías, la coyuntura sectorial continúa mejorando, aunque lo hace con menos fuerza que en los tres primeros meses del año (0,25 puntos, frente a los 1,01 puntos del periodo comprendido entre abril-junio).

En el caso de los diferentes sectores empresariales, además, no se produce ninguna excepción y la probabilidad de impago cae en todos y cada uno de los sectores.

Las mejoras más significativas las consiguen las empresas de comunicaciones e industriales, que se anotan 0,38 puntos cada una en la clasificación de capacidad de pago.

La construcción pisa el freno

Al igual que durante los tres primeros meses del año, los sectores que vieron nacer un mayor número de empresas entre el 1 de abril y el 30 de junio fueron el comercio y construcción e inmobiliario. Su expansión, sin embargo, se ha frenado y los nacimientos fueron menos numerosos en los últimos tres meses, aunque continuaron liderando la clasificación.

Esta reactivación, sin embargo, no se traslada a la calidad en el pago. Es destacable que las constructoras y las inmobiliarias continúan siendo las empresas con más probabilidad de incumplimiento, aunque poco a poco se va reduciendo. Igual que durante los tres primeros meses del año, en el segundo trimestre se ha convertido en el farolillo rojo de la clasificación.

Servicios empresariales y hostelería, el tercer y cuarto sector que crearon más empresas en el segundo trimestre, no obstante, sí que aceleraron su ritmo expansivo frente a la primera parte de 2016.

En el caso de las hostelería, al igual que las constructoras, su reactivación se está produciendo todavía sin que consiga abandonar los últimos puestos en cuanto a capacidad de pago. De acuerdo con el rating que elabora Informa, sus posibilidades de impago son todavía mucho más elevadas que la media española.

Sin embargo, los síntomas de reactivación de la hostelería son evidentes porque continúa impulsando las contrataciones de trabajadores. Durante el segundo trimestre (influido por el arranque de la temporada de verano) aumentó su plantilla en mayor medida que en los tres meses anteriores.

Respecto a la media sectorial (como sucede con los datos autonómicos), la tasa de generación de contrataciones se ralentiza respecto al primer trimestre, pero se mantiene por encima de los niveles del último tramo de 2015.

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