Economía

Economía eleva al 2,9% la subida del PIB este año pero estima que superará el 3%

  • El empleo avanza al 2,7% y Guindos afirma que el crecimiento del tercer trimestre será "muy potente"
Luis de Guindos, ministro de Economía en funciones. Imagen: EFE

El Gobierno aprobó este viernes la revisión del escenario macroeconómico de España para 2016 y 2017, que eleva dos décimas, hasta el 2,9 por ciento, el crecimiento de la economía española para este año y mejora también la estimación de creación de empleo, que aumenta también dos décimas y sube al 2,7 por ciento.

Unas previsiones que el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, calificó de "muy prudentes", hasta el punto de que frente a este escenario oficial la previsión real que tiene el Ministerio es que el crecimiento final estará ligeramente por encima del 3 por ciento.

El pronóstico que maneja Economía de un crecimiento de la economía en torno al 0,5 por ciento entre julio y septiembre "no se la cree nadie" por el tirón del turismo, dijo De Guindos, en una conversación informal tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros.

La desaceleración del PIB que se espera en el segundo semestre "no tiene porque producirse en el tercer trimestre", que volverá a tener "un crecimiento muy potente", explicó el ministro, y ello hace que aunque la ligera ralentización que se espera para los tres últimos meses del año no permita mantener el 3,3 por ciento de crecimiento en el primer semestre, la variación final se mantendría en torno al 3 por ciento.

Esta inercia que arrastra la economía española permite al titular de Economía asegurar que este nuevo escenario macroeconómico para 2016 "se va a cumplir haya o no haya Gobierno". Otra cosas es en 2017, año en el que la desaceleración prevista ?puede ser mayor? si se mantiene la actual situación de incertidumbre política.

"Si hay Gobierno pronto, la prima de riesgo española puede caer 30 ó 40 puntos de forma inmediata y el crecimiento del 2,3 previsto para el año próximo puede ser mayor", apostilló. Por ello, consideró "importantísimo" que España "tenga un presupuesto que se presente en tiempo y, sobre todo, que ese presupuesto para 2017 cumpla con nuestro compromiso con nuestros socios comunitarios".

En su opinión "es vital" que haya un nuevo Ejecutivo con plenas competencias para poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2017, que incorporan la nueva senda de reducción del déficit acordada con Bruselas, y para trasponer las directivas comunitarias que no se han podido adaptar en los últimos meses, porque el Gobierno en funciones no tiene capacidad jurídica suficiente para ello.

En este punto recordó que en Bruselas "nos han dado dos años más para reducir el déficit por debajo del 3 por ciento y a mediados de octubre tendremos que mandar el plan de borrador presupuestario y ahí se verá si estamos cumpliendo esa senda y nos ajustamos a lo que hemos acordado".

El escenario económico

El optimismo respecto a la evolución de la economía este año se rebaja en las previsiones para 2017 debido a las "incertidumbres en la economía mundial, como el impacto del Brexit", en palabras del ministro, por lo que el Gobierno ha optado por fortalecer "la naturaleza conservadora de la proyección". En concreto, el crecimiento esperado para 2017 se revisa a la baja, del 2,4 al 2,3 por ciento, con un tasa de paro del 16,6 por ciento.

Este nuevo cuadro macroeconómico es la base sobre la que ha de elaborarse el techo de gasto de los Presupuestos de 2017, primer trámite para la aprobación de las cuentas públicas del próximo año.

Analizado el desglose de las grandes partidas del PIB, el Gobierno espera que el consumo privado mejore ligeramente en 2016 respecto a las previsiones de abril, con un avance del 3,1 por ciento, pero mantiene el 2,6 por ciento en 2017.

Menos favorable es la evolución de la inversión en bienes de equipo, que crecerá un 8 por ciento en 2016, frente al 8,2 de la anterior previsión, y un 5,2 por ciento en 2017, también dos décimas menos. La inversión en construcción aumentará el 4,3 por ciento y el 3,9 por ciento en estos años, dos y ocho décimas menos, respectivamente, mientras que la contribución del saldo exterior al PIB, se mantiene en negativo pero mejoran el dato de 2016 de menos cuatro a menos s tres décimas y quedan en el -0,2 por ciento para el año que viene.

En relación con el mercado de trabajo, los datos aprobados ayer por el Consejo de Ministros prevén que el empleo equivalente a tiempo completo crezca un 2,7 por ciento en 2016, dos décimas más, y mantienen la previsión del 2,2 por ciento para 2017. En términos de Encuesta de Población Activa (EPA), el empleo crecerá en 899.000 personas en los dos años, de forma que ese a final de 2017 se rozarán los 19 millones de ocupados.

Como consecuencia el paro se reducirá en más de un millón de personas, lo que permitirá situar el desempleo en 3,7 millones de parados) el próximo año, lo que supone el nivel más bajo desde 2008. Asimismo, el Gobierno estima que el empleo en puestos de trabajo equivalente a tiempo completo crezca un 2,7 por ciento en 2016, dos décimas más, y un 2,2 por ciento en 2017, como ya se esperaba en primavera. En ambos casos, las tasas de avance del empleo son inferiores al crecimiento del PIB.

En consecuencia, la tasa de paro se reducirá del 20 por ciento actual al 18,6 por ciento este año, una décima menos que lo esperado en las previsiones de primavera, mientras que esta tasa se situará en el 16,6 por ciento en 2017.

El Gobierno mantiene también su previsión de que el superávit por cuenta corriente se sitúe en el 1,7 por ciento este año y el 1,5 por ciento en 2017. No obstante, Guindos matizó que, tras los datos conocidos ayer de la balanza de pagos, que arrojan un superávit por cuenta corriente hasta mayo de 4.500 millones, es de esperar que éste llegue incluso a estar "próximo al 2 por ciento del PIB" este año, cifra que "no tendría parangón en la historia de la economía española".

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