Economía

La masiva filtración de correos ensombrece el arranque de la Convención Demócrata

El pistoletazo de salida para la semana grande de los demócratas, que consagrarán a Hillary Clinton como su nominada a la Casa Blanca, no está exenta de polémica y divisiones dentro del partido. La filtración de miles de correos electrónicos de la cúpula del partido han salpicado de lleno a la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, quien no participará en ningún evento de la convención en Filadelfia.

El Comité de Reglas Demócrata, que el sábado se reunió como estaba previsto en el Pennsylvania Convention Center antes de arrancar formalmente los eventos, que a partir del lunes tendrán lugar en el Wells Fargo Center, decidió rescindir el papel de Schultz como presidenta de la convención y en su lugar nombró a Marcia Fudge, legisladora demócrata de Ohio, como supervisora de las votaciones de los delegados demócratas de las próximas jornadas.

A última hora del viernes, Wikileaks filtró más de 20.000 correos electrónicos entre miembros del Comité Nacional Demócrata, donde se confirmó la parcialidad de la cúpula del partido con la candidatura del senador por Vermont, Bernie Sanders. El propio Sanders aseguró a la CNN que Schultz debería ser suspendida indefinidamente por "no estar cualificada para presidir el partido, no sólo por los terribles correos que confirman el prejuicio del comité del partido sino porque necesitamos un partido que apele a la clase obrera y a los jóvenes".

La figura de Schultz se ha puesto en entredicho desde las primarias del partido, especialmente por los procesos de votación, como en Nevada, donde los partidarios de Sanders se revelaron y acusaron a los partidarios de Clinton de haber violado las reglas.

Entre los miles de emails filtrados se puede leer como, por ejemplo, Brad Marshall, director financiero del partido demócrata cuestionaba la religión de Sanders, el único candidato judio, y manifestaba que sugerir que el senador era ateo "podría marcar varios puntos de diferencia". Marshall posteriormente pedía perdón en Facebook por "sus insensibles y emocionales correos electrónicos". "Siento la vergüenza que esto pueda causarle a la presidenta del Comité Demócrata, los comentarios no reflejan mis valores personales", dijo.

En los correos también se pueden apreciar ataques contra la campaña de Clinton. Luis Miranda, director de comunicaciones del partido, reconoció en un correo del pasado 19 de mayo que "la campaña de Clinton era un caos" y que "estaban asustados de su propia sombra", al hacer referencia a la participación del comité demócrata en un evento de campaña. Posteriormente, el 22 de mayo escribió. "Desafortunadamente, existe una parte del mundo de Clinton que piensa que son capaces de ganar sin el apoyo de nadie".

El papel de los superdelegados en el punto de mira

Los superdelegados, determinados miembros del partido demócrata y oficiales electos que pueden votar a favor de su candidato preferido sin atender la preferencia de la mayoría de sus delegaciones, se han postulado como el factor que ha dividido las candidaturas de Clinton y Sanders. La ex secretaria de Estado contó desde un primer momento con un mayor número de Superdelegados que en cierta forma distorsionó el voto popular, que en algunos estados favorecía claramente a Sanders.

El sábado, durante la celebración del Comité de Reglas del partido, los esfuerzos de la campaña de Sanders por eliminar o limitar el poder de estos superdelegados no contó con el apoyo suficiente de los allí presentes. Sin embargo, tanto los representantes del senador de Vermont como los de Clinton se comprometieron para crear una comisión unitaria que revise el proceso de nominación, incluyendo las regulaciones sobre los superdelegados.

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