La economía británica parece estar contrayéndose a su ritmo más rápido desde la crisis financiera por culpa del resultado del referéndum del mes pasado, en el que los ciudadanos decidieron salir de la Unión Europea, tal como muestra el índice de actividad empresarial PMI del sector servicios, que registró la mayor caída en sus 20 años de historia.
Las lecturas provisionales de los índices de gestores de compra Markit mostraron que el sector servicios -uno de los pocos motores del crecimiento económico británico- ha resultado especialmente castigado por la decisión de abandonar la Unión Europea, al hundirse los pedidos y desmoronarse la confianza.
El PMI para el sector servicios cayó a 47,4 en julio desde 52,3 en junio, su caída más pronunciada desde que se tienen registros (comenzaron a elaborarse en 1996) y la peor lectura desde marzo de 2009, cuando la recesión económica global estaba en su momento bajo. Los economistas consultados por Reuters esperaban una caída mucho menor, hasta 49,2.
La evidencia de una fuerte caída de la actividad en una amplia franja de la economía británica podría alarmar al Banco de Inglaterra, que está tratando de decidir con cuánta agresividad tiene que actuar para amortiguar las turbulencias provocadas por el referéndum.
Tras la publicación del sondeo, la libra esterlina caía frente al dólar a su nivel mínimo del día, mientras que las rentabilidades de los bonos soberanos británicos subían.
"Este es el primer sondeo importante que muestra el ritmo de la actividad de la economía y que este es flojo. Si lo leemos literalmente, implicaría un período de contracción de la economía", afirma el analista de Investec Philip Shaw. "Puede ser que sea un poco pronto para sacar conclusiones firmes pero desde luego parece que la segunda mitad del año será más débil que el primero", añade.