
El resultado del referéndum para la salida de Reino Unido de la Unión Europea ha dejado una sensación de desasosiego en el peñón de Gibraltar. El gobierno de la colonia, firme partidario de permanecer en la UE para no dar armas a Madrid en su lucha por acceder a la soberanía conjunta, había hecho campaña en contra del Brexit, y el 96% de los llanitos dijo "no" a abandonar el bloque. Ahora, tras la derrota y en un intento por emitir una señal de confianza a los 32.000 habitantes de la península, Londres ha enviado al peñón un submarino nuclear.
El HMS Ambush rebasó la punta Europa y enfiló la bocana del puerto de Gibraltar a media tarde del domingo, en un momento "que no podía ser más oportuno", según fuentes de la marina británica citadas por el diario The Sun. "Se está enviando al pueblo de Gibraltar un mensaje de confianza claro. No habrá discusión sobre la posible soberanía conjunta, el Gobierno de Reino Unido ha dejado esto claro".
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? Gibraltar Pilots (@PilotsGibraltar) 25 juin 2016
El HMS Ambush, armado con misiles Tomahawk, llega tras el anuncio, realizado el propio viernes poco tiempo después de conocerse los resultados del referéndum, de que España quiere negociar para conseguir la soberanía conjunta sobre este diminuto territorio de apenas siete kilómetros cuadrados. O como dijo entonces el ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo: "para ser claros, la bandera española ondeando en la roca".
Ayer domingo su homólogo británico, Philip Hammond, reconocía en una entrevista con la cadena ITV que el Brexit deja a Gibraltar en una posición casi insostenible.
La frontera como grifo
Tras el referéndum, Hammond explicaba: "Vamos a tener menos capacidad de proteger los intereses de Gibraltar. No es que no vayamos a defender su territorio, que por supuesto podemos hacerlo, sino que no podremos defender sus intereses porque ya no estamos en la UE".
Tal como ha reconocido Hammond, y como temían los censados en el peñón (muchos de ellos residen, de hecho, en territorio español), el Brexit facilita a Madrid el uso de la frontera como un grifo que puede estrangular la economía del peñón, dependiente por completo no sólo del flujo de trabajadores españoles y turistas, sino también de los clientes de su hipertrofiado sector de asesorías legales y fiscales.
"Cualquier alteración a ese flujo sería extremadamente dañina para la economía de Gibraltar", reconocía Hammond. Y lo cierto es que, una vez que Reino Unido salga del bloque, Madrid podrá disponer libremente de su frontera con lo que pronto será, de hecho, un territorio ajeno a la UE. Y ni siquiera la presencia de un submarino nuclear podrá cambiar eso.