
En todo foro internacional que se precie no puede faltar un panel para que los tecno-optimistas prometan un mundo mejor gracias a la digitalización de procesos y la aparición de nuevos negocios, como los que ofrece la economía colaborativa.
Más aún cuando gobiernos y empresarios buscan nuevos motores de crecimiento mundial, que se aproxima hacia un largo invierno.
Inversores y emprendedores coincidieron ayer en alabar los beneficios que puede traer la economía colaborativa que ha florecido en numerosos sectores, como el de los taxis que ha logrado desbaratar Uber, o el de los alojamientos con Airbnb.
Sin embargo, y como ya se destiló en el Foro de Davos, donde el tema fue tratado en el contexto de la cuarta revolución industrial, esta digitalización y la uberización de la economía viene preñada de riesgos. Va a generar grandes beneficios a unos pocos en la cima, y aunque no afectará demasiado a la mano de obra menos cualificada, amenaza con destruir numerosos empleos de la clase media, tal y como advirtió ayer el viceprimer ministro ruso, Arkady Dvorkovich.
Por eso, el inversor Shervin Pishevar, cofundador de Sherpa Capital, y conocido en Silicon Valley por ser uno de los primeros que apostó por Uber, apuntó que la formula para acompasar esta economía colaborativa con el Estado de Bienestar, y sus consecuencias regulatorias, será el meollo del debate de la revolución tecnológica en marcha.
Para minimizar efectos negativos, Pishevar sostuvo que la renta universal básica "tiene que convertirse en el estándar global, en paralelo con la velocidad de la automatización" de la economía, dijo al ser preguntado por esta alternativa.
Pishevar, que ahora encabeza el desarrollo de Hyperloop, un método de transporte revolucionario que promete casi la velocidad de los aviones por tierra, añadió que a pesar de la computación creciente, la realidad virtual, o la tecnología móvil, llega un momento en el que ?la conexión humana no puede ser totalmente reemplazada?. Por tanto, se vivirá una batalla entre las experiencias más vividas y aquellas más materiales, basadas en productos.
El responsable del desarrollo de negocios de Uber, Fraser Robinson, recordó en el panel que Uber ya está operativo en más de 400 ciudades en 77 países. Respecto a los siguientes pasos de la firma, que recientemente recibió 3.500 millones de dólares de Arabia Saudi, dijo que todavía tienen recorrido para continuar con la expansión geográfica, antes de sentir la necesidad de diversificarse. No obstante, ?dado que tenemos una plataforma logística, que es en sí Uber?, la firma está probando a nivel local nuevos servicios, como el reparto de comida o envíos de paquetes.